Uno de los motivos por lo que me gusta tanto este deporte, es el de no saber cuándo va a ser ese día, ese día que siempre esperamos incluso repasamos una y otra vez en nuestra mente, pues bien.
Son la 6:30 a.m. del último sábado de octubre cuando el despertador interrumpe el silencio de la habitación provocando que Ester, mi compañera sentimental frunza el ceño para yo echar a correr hacia la cocina para no molestarla. Tras desayunar preparo el equipo para poner enseguida rumbo a la paya del Portus, una vez allí compruebo que el día no acompaña mucho para la pesca, viento, oleaje y nublado aunque ningún factor en exceso, al menos por ahora. Después de meditarlo con José A. que acababa de llegar para ver el estado de la mar, decidí salir un ¨ratito¨ como le dije.
Curri hasta la marca C. a 5,5 Km. de la playa sin un solo toque ni pista de animal acuático por la zona, de las gaviotas no me podía fiar mucho ya que dedicaban todas sus energías nada más que a jugar con las rachas de viento cada vez más continuas, a mí personalmente me gusta navegar con la mar movida pero lo que es pescar si está tranquila mejor. Lee el resto de esta entrada »