«Cuando por fin descubres que estás en el camino…»
Este artículo está dedicado a todos los colaboradores y amigos de Peskama que me han precedido, especialmente a Arturo y muy, muy especialmente a mi padre. Los primeros con sus artículos-vivencias sobre capturas y técnicas de pesca, Arturo por su especial “monitorización” y seguimiento – ¿Dónde has estado hoy?, ¿cómo estaba el agua?, ¿qué técnica has empleado?, ¿Cómo has montado tal o cual engaño?-, ….preguntas que desencadenan en una conversación de pesca de la que es ineludible extraer una conclusión de ayuda para otra ilusionante jornada de pesca o de paleo, según se dé.
A mi padre, quien, cuando yo tenía 12 años me regaló mi primer fusil de pescasub (un Nemrod de gomas con tridente), me llevó a una escollera que existía entre la antigua playa del Club Mediterráneo y la Residencia Militar, en Málaga, para juntos cazar un rascacio y un pulpo. Ese día se desencadenó la génesis que me llevó a la CAZA SUBMARINA, ahora si lo expreso bien, ya que esta modalidad cinegética no es pesca, si no caza.