Aún recuerdo con emoción el encuentro inesperado que junto con Albatros tuvimos el verano pasado al acabar una de nuestras jornadas de pesca. Al echar por la borda todas las sardinas que le quedaban a mi compañero a bordo de su embarcación apareció a babor de mi kayak un enorme pez, de una longitud de algo más de un metro que presentaba en su lomo unas coloraciones verdosas-azuladas y dorado en sus costados con tonos metalizados y brillantes con algunos destellos de color azul cobalto. Se trataba de la llampuga (Coryphaena hippurus) más grande que he visto en el agua hasta la fecha, su peso aproximado sería de unos 15 kilos, y las carreras y rechazo a un pequeño jig que tenía montado en esos momentos en la caña que sujetaba quedaron grabados en nuestras memorias para siempre. Lástima que no se produjera la picada porque la pelea hubiese sido épica.
Vamos a conocer un poco más a este magnífico pez unas semanas antes de su aparición por nuestras aguas costeras, hecho que se adelanta cada año debido en gran parte al calentamiento de nuestras aguas.