De la mar…

Hace ya algunos años que llevo moviendo los plomos, desde el 2006 hasta ahora ha evolucionado mucho el tema, recuerdo que las primeras salidas usábamos monofilamento puro y duro del 50 o 60 con los pocos jigs que entonces estaban disponibles y los «aile metals» eran una joya en forma de suculento manjar para los bichos que aun no estaban resabiados.

No Hizo falta mucho tiempo para darse cuenta que el uso de la línea trenzada en esta modalidad de pesca es indispensable, pero sí perder buenas piezas para dar con los nudos adecuados que no se estrangularan con las embestidas de los bichos, el caso es que poco a poco dimos con la fórmula de la «coca cola», según calibre de trenzado el doble de fluorocarbono, anillas soldadas para los anzuelos y de llavero para los jigs, sin desdeñar el uso de torniquetes reforzados, carrete cerrado en el fondo para ir aflojando gradualmente…y algunas cosas más.

Nuevas sensaciones

Este año no he tenido la oportunidad de disfrutar realmente de esos mágicos momentos que la pesca desde kayak nos ofrece, pero a veces la suerte nos sonríe, las condiciones son propicias y lo único que tenemos que hacer es estar en el agua a bordo de nuestra embarcación y soltar nuestro señuelo ya sea a nuestro lado para dejarlo iniciar un baile mortal para nuestras lobas o sumergirlo hacia las profundidades para darle vida y despertar el hambre de nuestros meros y abadejos.

Colaboración de Arturo «Caballa» con Pesca&Barcos

El pasado mes de Mayo se publicó en el número 26 de la revista Pesca&Barcos del Grupo V un artículo escrito por Arturo «Caballa» titulado «Dentones a jigging desde kayak». Una aportación muy especial a la pesca a jigging en general y desde kayak en particular, donde se desvelan muchos secretos y su técnica. Una forma de dar a conocer las tremendas posibilidades que nos brinda el kayak para la pesca en una modalidad en la que su especificidad requiere experiencia, conocimiento, paciencia, tesón y un material a prueba de los grandes dientes que estos depredadores poseen. Al ser un número bimensual estará en quiosco hasta final de mes, por lo que aquellos que no hayan podido leerlo tendrán aún la oportunidad de hacerlo adquiriendo la revista y conservándola como un auténtico manual de pesca a jigging desde kayak.

¡Clava Fernando, clava!

Y de pronto, el silencio se rompe, ¡¡¡clava Fernando, clava…!!!

Las especies que aquí habitan no dan tregua, estamos según palabras de Juanjo en “El mejor pesquero de Europa”. Cierto, el mejor, pero también el más exigente, bajo el casco de nuestra embarcación hay auténticas bestias que no nos van a dar tregua una vez se sientan prendidas de nuestro “assist”.

Todos para Uno y Uno para Todos

Aun recuerdo cuando era pequeño, las aventuras de tres intrépidos espadachines de la corte francesa del Rey Luís XIII, tres hombres que blandían sus floretes siempre en defensa de una causa justa, “Los tres Mosqueteros”.

Esa imagen podría extrapolarse a mi última salida de pesca en kayak, tres hombres enfundados en “uniformes” de neopreno, a lomos de sus coloridas “cabalgaduras” flotantes y armados esta vez con cañas, que parten en busca de una nueva aventura, en busca de una batalla que aún está por librar.

Cara y Cruz de una Semana Santa

Muchos pueden creer que la pesca a jigging desde kayak es muy efectiva a la vista de las capturas que damos a conocer a través de nuestras publicaciones, pero lo que sí nos da resultado es la fe en una técnica y la perseverancia de nuestras intenciones.

Después de 5 salidas sin tocar escama, muy esporádicas a lo largo de lo que va de año debido a una larga lista de pruebas médicas, la semana santa me ha servido para desconectar totalmente del estrés diario, incluso de Internet, y contar con diez días de los que tan sólo en dos ocasiones he podido salir a pescar con desigual resultado.

Kabura Jigging: Aprendizaje consumado

Dime y lo olvido,
enséñame y lo recuerdo,
involúcrame y lo aprendo.

Benjamín Franklin

Está claro que nunca se termina de aprender, afortunadamente. Tampoco pretendo hablar del dominio de una técnica, porque no es mi caso, ya quisiera yo; pero sí de digamos «cogerle el truquillo» a una modalidad como es el jigging ligero, también conocido como kabura jigging, alcanzando el aprobado, consolidando las primeras capturas, y de ahora en adelante ir perfeccionando poco a poco la técnica adquirida.

A Bordo

Antiguamente era suficiente con abrir bien los brazos para demostrar a nuestros hijos, familiares y amigos el tamaño de aquel increíble pez que en su día se pesco. Posteriormente, se veían muchas fotos realizadas en casa y mejorando con el paso del tiempo actualmente se ven muchísimas y preciosas fotos realizadas en el mismo pesquero.

Pero, tengo que reconocer que, impactado y alentado por aquellos primeros videos de Arturo «Caballa» capturando a jigging preciosas lubinas y dentones con el mar embravecido, a veces no nos conformamos con realizar fotos y nos gusta grabar en video aquellas vivencias que, aunque no se borrarán de nuestras memorias siempre nos gusta tenerlas en nuestros soportes para deleite nuestro y, cómo no, para ofrecer a quien no la haya vivido, una visión exacta de los momentos intensos que nos puede deparar una jornada deportiva de pesca en kayak.

Un día especial

Un domingo en el que te levantas a las cinco de la mañana para practicar tu deporte-hobbie favorito es de por si un día especial, si le añades la compañía de buenos amigos y compañeros de paleo se torna en algo mágico. Desde el momento en el que suena el despertador se dibuja en el rostro una sonrisa sincera, casi infantil, la alegría va en aumento al recibir la llamada de dos compañeros que se unirán a la salida.

En la playa el aroma, la luz, el cielo, la mar, el viento de las luces del alba… especial, miras a tus compañeros afanarse y ayudarse a aparejar sus monturas en el más religioso silencio, como si ninguno quisiera romper con su voz esa mágica atmosfera, limpia, virgen de ruido.

Con todo preparado y en la orilla la caricia del mar y vuelves a sonreír, da igual que tengas que palear casi 5 km para llegar al pesquero pues disfrutaré en cada palada.

Días grises

Hay días en los que uno tiene que tirar de afición para meterse en el agua, esos días suelen tener recompensa, el caso es que el sábado a las 6 am, estaba en el pesquero mirando al mar y al cielo, las previsiones marítimas eran buenas pero había un gran recalcón en la orilla, debido al levante del día anterior y para poner la ginda llovía. ¿Qué hacer?, pues ir la pueblo más cercano a tomar un café y con las premisas acumuladas tomar una decisión, como no podía ser de otra manera a las 7 estaba en el agua rumbo al pesquero elegido para ese día, una ruta de piedras a media profundidad. Este día tuvo su recompensa en forma de sama vieja difícil de domar, un bicho de mucho poderío, yo diría que con muy mal genio y un adversario que ofrece una pelea difícil de olvidar.