Encantado de volver a publicar en Peskama ante un público tan amistoso como versado en esto de la pesca en kayak.
Todo un placer participar con una pequeña aportación, que aunque no es novedosa y seguramente algún compañero, sabrá sacarle mejor partido que yo, estoy seguro de que insistiendo en ella, a más de uno podría ofrecerle jornadas de pesca memorables.
Alguien en una ocasión me dijo “los peces grandes generalmente están abajo”, es posible que algo de razón lleve, es en el fondo donde más especies hay, donde se alimentan y donde frezan, es por esto que casi desde el principio de subirme a un kayak intenté bajar el señuelo lo más posible.
Esta tarea al principio me parecía casi una misión imposible, enroques, pérdidas de aparejos, señuelos, etc., dudas sobre que peso utilizar, que tipo de artificial, cuanta línea largar, pero todo esto no me hizo desistir, no sé si por la obstinación que caracteriza a los pescadores o porque este tipo de pesca combina como ninguna otra, con mi otra gran pasión: el remo.
Como dice el refrán “el que la sigue la consigue” a fuerza de remar, probar y visitar la tienda de pesca para “repostar” la técnica empezó a dar sus frutos.