En algo más de dos años que llevo practicando la pesca en kayak, las técnicas que más he empleado han sido el curricán y la pesca fondeada.
El jigging siempre ha sido una alternativa esporádica, principalmente porque los fondos de nuestra zona son poco propicios y la roca está demasiado lejos. Las capturas no eran dignas de mención, no pasaba de algún pargo de ración, algún túnido como bacoretas y sobre todo jurelas de buen tamaño. Es por ello que mi equipo no se acerca ni por asomo a la calidad del material que utilizáis los verdaderos entusiastas del jigging.
No obstante, ¡Quién me iba a decir a mí que sería precisamente esta modalidad la que me reportaría la captura más importante de mi vida pescadora!