Siempre que cae en mis manos una historia como la que sigue no puedo dejar de compartirla con todos vosotros.
De esta forma, hace un par de semanas recibí un correo electrónico en el que amablemente me dejaban un enlace a un vídeo. Tras visionarlo varias veces me puse en contacto con su autor, Sean Mullens (de San Francisco), que sin dudarlo me dió permiso para publicar su película…