Oasis en el Desierto

Poquísimas capturas dignas de mención las que hemos obtenido por nuestra zona, Cullera (Valencia), en el presente 2012. No obstante, aquel fin de semana fue realmente bueno.

Comenzamos por el viernes. Dada la poca actividad que se advierte, tónica general en las últimas fechas, me dispongo a recorrer en solitario unas cuantas millas a curricán con dos cañas, para, al menos, hacer algo de deporte y en busca de alguna nueva zona que me resulte interesante. Al rato, veo una buena bola de pez pasto y la marco con mi gps. Unos centenares de metros después una mala maniobra hace que cruce las dos cañas con el consiguiente enredo «bendito enredo».

Me iba a dejar sin bobinas con bajos del 0’35, grosor que me gusta para la práctica del curricán. Menos mal que suelo llevar carretes con bobinas de repuesto, en este caso con bajos del 0’50. En el kayak no podemos llevar mucho material encima y hay que hacerlo todo lo más polivalente posible. No hay otra, me tendré que buscar la vida a jigging. Me viene a la cabeza que acababa de grabar una zona de bastante actividad y allá que me dirijo. La bola de pez pasto sigue allí, justo en el mismo sitio y esto me da mucha confianza, no obstante, la grandísima mayoría de buenas picadas a jigging las he tenido cuando he tenido buenos cardúmenes de pez pasto debajo del kayak, quizás los depredadores estén esperando algún alevín herido, quizás, se vea menos el kayak al ocultarme el cardumen o bien se vea menos el engaño. Hay que tener en cuenta que normalmente pesco sobre los 20 metros y con aguas muy claras.

Empiezo probando con jigs tradicionales como el Akula (90g) y el Benthos (100g), con éste último tengo una picada que se desclava en 2 segundos. Cambio de jig, esta vez el Glaze.

Vuelvo una vez más a la zona caliente y en el primer intento no logro picada, pero era tan espesa la bola de pez pasto que tenía abajo que rápidamente vuelvo a dejar a caer el jig. Tras un pequeño toque en la bajada del jig, clavo bien. El freno del carrete no lo llevaba muy fuerte, tarado a lo que creía que podía aguantar la potera original del jig. Creo que esta vez acierto y consigo subir la pieza después de un par de fallos con el gancho (la falta de entrenamiento). La pieza venía bien clavada del morro y la potera salió con un par de púas desfiguradas.

A ver si se aprecia en el vídeo. Estoy pescando justo en los 20 metros, cambio en la sonda el rango de profundidad pasando de 0-40 a 0-20 metros para ver con más claridad lo que tengo abajo, con lo que toda la parte sombreada de la parte inferior de la pantalla es pez pasto y parece ser que algo más.

No hubo más picadas.

En la playa, limpiando el pescado, se me acercan un par de señoras. Al ver que iba a tirar las vísceras para que comieran los cangrejos me preguntó si el hígado también lo iba a tirar. Le pregunté si lo quería y la señora que también pescó. La compañera se llevó las agallas. Bueno, esto si que es aprovechar bien un pescado…

El sábado no podía entrar a pescar, pero quien sí lo hizo fue el compañero Juanfra. Llevábamos mucho tiempo sin ver picadas a jigging y no podíamos perder la posibilidad de ratificar una interesante entrada de pescado de porte.

A las 9 de la mañana recibo una llamada «ja el tinc» me dice antes de darme los buenos días, ajaj. Precioso dentón pescado a jigging con un Wasabi negro de 70 gramos y con su equipo habitual, Caña Lamiglas Custom 20lb, carrete Daiwa Catalina 4500, trenzado power pro 30lb y bajo del 0’50. No hubo más picadas.

El domingo no podía entrar por la mañana pero la paella familiar me dio las fuerzas justas para intentarlo por la tarde. Juanfra parece ser que se pasó un par de cucharadas…
Una sola caña, la de jigging, no quería perder tiempo con otras modalidades. De camino a la zona de las picadas me encuentro con un par de pajareras y yo sin la caña de curri-spinning. Menos mal que no había peces de porte en las mismas. Ya en la roca donde viernes y sábado habíamos tenido capturas, tengo una buena picada con el jig Benthos pero la fallo tras un breve forcejeo. Insisto en la zona pero parece complicado tener más picadas en un mismo sitio cuando ya has fallado.
Resignado, me dirijo hacia casa pero de camino encuentro otra zona con actividad, primera bajada del jig y picadón abajo. Un buen dentón. Iba a hacerle la típica foto con el pez-señuelo cuando observo en sonda que pescado de porte sigue abajo como esperándome. Les lanzo el jig y otra picada. Había conseguido algo que está resultando complicado en nuestra zona y en estos tiempos, pescar dos dentones en la misma piedra y en tan solo cinco minutos.

Va cayendo el sol y necesito luz para hacerme alguna foto en la orilla. La típica llamada a la familia para que me esperen en la salida y unas fotos.

El equipo utilizado fue la caña Daiwa Grand Wave 60-120, carrete Abu Garcia Soron STX60, trenzado Power Pro 20lb y bajo de 0’50.

En fin, queda para nuestro recuerdo este buen fin de semana de este flojísimo año 2012 en cuanto a capturas, fue como encontrar un oasis en el desierto.

Saludos.

Marcos «Pescaatot» (www.pescaatot.blogspot.com) ©PESKAMA2012