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    Colaboración de Walter Tanero

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El pescador pescado

Posted by Txitxarro en 14 diciembre, 2009

Aquí estoy. La sala de espera de urgencias de una clínica. De mi dedo anular izquierdo pende un señuelo con su anzuelo bien dentro… pero ha valido la pena.

Hasta el momento que mi hija llegó con su novio para poder traerme hasta aquí, han pasado muchas cosas. Cosas que al inicio de este día de kayak no creía poder pasar. Mientras esperaba, después de portar los kayaks hasta los coches, Txubaskos no hacía más que preguntar por el dedo, y echarme la bronca por no haberle avisado a tiempo. Lo cierto es que llevaba un buen rato con la bronca. Pero las cosas pasan como pasan, no como queremos que pasen, o como deben pasar.

Me mira entre enfadado, sorprendido, y preocupado. Sé que si hubiera podido en un momento hubiera sacado el anzuelo de mi dedo. De hecho cuando lo llamé estaba a unos cien metros de mí, y vino como una motora, con los motores a toda. Yo iba remando con el anzuelo en mi dedo, y al verme me preguntó qué pasaba. Le enseñé mi mano, y enseguida acercó su bote. Me miró la herida, y dijo que habría que llevarlo a la clínica. Me dijo para amarrar el cabo de rescate y remolcarme hasta puerto, pero le respondí que podía palear. Con una mirada entre divertida y desconfiada en su cara, le vi ponerse a mi lado y comenzar a palear, sin perderme de vista.

Foto de archivo de la rampaCuando iniciamos el día, el viento movía las banderas del puerto. “Fuerza cuatro, arreciando”, me dijo. Eso significa que no saldríamos del refugio del puerto. Preparamos los botes y los aparejos. Hoy llevábamos sonda, y la probaríamos. Primero salimos como siempre, hacia el dique próximo. Rebasamos su cota, y llevábamos las dos líneas largadas cada uno. En paralelo, y alejados unos cincuenta metros, nos deslizábamos por un mar picado, pero no excesivamente encabritado. Una vez superado el dique nos dirigimos al siguiente punto, y como siempre esperando que en esa zona algo nos picara. Vimos alguna lancha amarrada a los pantalanes de atraque de los gaseros pequeños y mientras él tentaba entre los pantalanes, yo salía hacia mayor profundidad con una cacea de superficie y otra a lo profundo. Tras un tiempo sin notar nada, y con Txubaskos cantando si se veían o no peces en la sonda, decidimos remar hasta la salida del puerto al puntal mayor. Como siempre, viendo el viento que arreciaba y las olas que crecían tanto a favor del viento como en contra, por el efecto de la mar de fondo, pensé que saldría al exterior, pero hoy no sería así.

De repente oigo un juramento. Miro donde esta Josu, y le veo soltando un lío de mil demonios. Con toda la paciencia se dedica a soltar las dos líneas embrolladas, yo me río y sigo caceando a su alrededor. Noto el viento arreciando, y ahora las olas ya suben. Nos está llevando, y las olas ya marcan la espuma en sus puntas. Esa espuma es cada vez más grande y la fuerza del viento hace que mantenerse en el sitio requiera un esfuerzo. Josu ya ha desentrañando parte del lío, pero al llegar al nudo y viendo que, estamos a más de cinco, corta el nylon, guarda la línea cortada y monta una nueva. Me dice que enfile a seguro. Y así lo hago.

Llegamos a socaire, y nos dedicamos a seguir caceando. Hoy no he traído carnada y aunque tenemos arpeo no me voy a fondear. Tras un rato de paleo, comprobamos que no hay nada. La sonda no canta. Llevamos más de dos horas de brega y nada de nada, otro día a bolos.

Txubaskos le da a la pala, y ahora, con el nuevo kayak, vamos bastante parejos, pero prefiero que vaya primero. Dobla el espigón y me dice que hay peces en el fondo, y alguno a media agua. Da la pasada, y yo detrás. Al ir ya de vuelta le veo que se dirige a la zona de tienta, donde alguna vez hemos encontrado pescado.

Yo llego al puntal del espigón y al enfilar la recta noto cómo se dobla una de mis cañas. “Vaya, ya he vuelto a enrocar el señuelo de fondo”. Remo hacia popa para soltar el señuelo de la roca, y recuperarlo, pero noto que la línea sigue tensa pese a los metros ganados. Miro hacia atrás. Al fondo noto tensión. Miro la caña y veo que el carrete empieza a correr, primero suave. Lo abro y dejo largar. Mi adrenalina está a tope y espero un momento. Cierro el carrete y le doy un tirón para que el anzuelo se clave con mayor seguridad en el pez. Lo veo. No sé qué es, pero el tamaño es grande. Pienso que si es un congrio voy a tener problemas para subirlo y en cómo llamar a Josu. Empiezo a cobrar línea y noto que obedece, pero con gran resistencia. Al ver el final de la línea veo el lomo plateado de algo que se acerca levantando una pequeña ola, y cuando llego a distinguirlo algo en mí estalla: “¡Una lubina, y vaya pedazo lubina!”.

Sin pensar demasiado, cobro la línea, la acerco a la borda del kayak, y con las prisas de que en el último momento no se escape, la subo rápido a la bañera. ¡Pesa la condenada! En la bañera pelea, coletea y se mueve. Abro el tambucho central de mi trident y la medio meto, asegurando la pieza. Sigue peleando la muy lubina, y ahora intento zafarla del señuelo; cuando de repente, al quitarle el anzuelo, golpea con su cuerpo y por reflejo muevo la mano que queda enganchada por uno de los dedos al señuelo. Dejo que la pieza entre dentro de la “bodega” del kayak y miro mi dedo. El dolor inicial ha pasado. Corto la línea y el pez pende por el anzuelo de mi dedo. El dolor es ahora una fuerte molestia.

Miro dónde está Josu, que, sin perderme de vista, ha notado algo raro y ya está emproando su kayak hacia el mío. Empiezo a remar hacia él. Hay que salir del agua. Le llamo y toma velocidad. Al llegar, aborda mi kayak y se amura. Le enseño la mano. Veo que tira de cuchillo, pero al ver la mano desiste. Ha comprendido que está profundo y que necesita algo más que un corte superficial. Sin más nos dirigimos a tierra.

Llegamos a la rampa del puerto. Es día de fiesta y por la hora, la una y media, la gente está tomando su vermú en el bar de la rampa, o está intentando aparcar donde puede. Josu sube su kayak y me ayuda a subir el mío. Mientras limpio mi herida en la ducha de la rampa, veo que su curiosidad es mayor. Ha abierto el tambucho central y me pregunta dónde narices está la madre de todas las lubinas del cantábrico. Le digo que mire al fondo y le oigo exclamar: “¡¡Joder!! ¡Si que es grande!”.

Recogemos los aparejos y llevamos uno a uno cada kayak al coche. Llamo a mi hija para que venga a buscarme mientras Josu se queda recogiendo todo para volver con el novio de mi hija. Mientras, la gente se arremolina a nuestro alrededor. Cuando saco el pez se acerca más gente que pregunta, que mira, que toca. Le digo a Josu que me tire unas fotos con su móvil, para que quede constancia, y él me dice: “habrá que escribir un artículo para Peskama y lo llamaremos la lubina y el besugo”; sé el papel que me toca en ese titular y que debajo del reproche está su preocupación, pero ¿qué le vamos a hacer?

Josu mira el reloj, y pronto llega la pareja. Dejo a los dos recogiendo y mi hija me lleva a la clínica.

Ahora estoy esperando en la sala. Me dicen que entre y veo la sorpresa del médico al recibir a un individuo que peina canas, en neopreno y que le enseña la mano con un señuelo clavado. Simplemente le explico: “Me he pescado en kayak”.

Resultado final: Un dedo agujereado sin más, gracias a Dios; y una lubina que pesó 5,600 kg en la cocina. Lo que queda es pensar cómo la voy a cocinar, pero esa es otra historia.

Javi «Txitxarro»
©PESKAMA2009

38 respuestas hasta “El pescador pescado”

  1. CHACARRON_5 said

    Que preciosa lubina, enorabuena txitxarro por la captura, creo que si hubiese que clavarse alguna vez un anzuelo a todos nos gustaria hacerlo tras una captura asi.

    No me quiero ni imaginar los colatazos que tiene que dar ese bicho encima del kayak ya que son las que tienen un kilo y no veas, aún me duelen los dedos una que cogi el otro día y me hizo un par de cortes.

    En fin, buen relato y de nuevo se racalca la importancia de no salir solo en el kayak.

    Un saludo y enhorabuena a los dos, al escudero y al pescador pescado.

  2. Bokasuzia said

    Yo por una lubina como esa me clavaría el señuelo en los cataplines.

    Lo que está claro es que el que sigue la consigue. La de horas que ha metido el dúo dinámico en el superpuerto de Bilbao.

    Algo que tenemos que tener muy claro es que un bicho de ese porte hay que subirlo al kayak cuando esté totalmente rendido. Aparte de ser más seguro para nuestra integridad física, seguramente evitaremos que se nos vaya más de una pieza.

    Felicidades y que caigan muchas más.

  3. Raspacejo said

    Preciosa, aunque dolorosa historia Txitxarro. Te quiero dar las gracias, primero por compartir con nosotros tu experiencia y segundo por hacerte con tan grandiosa captura. Como comentas, las cosas están para que pasen, y de todo se aprende. En cierta ocasión un compañero tuvo una captura a curricán, y no se le ocurrió otra cosa que sacarla y mostrármela cogiendola por el señuelo, en el primer coletazo por poco se queda enganchado como tú. Suerte que el anzuelo no profundizó mucho.
    Enhorabuena Javi.
    Saludos.

  4. miguelmq1 said

    Hola.

    Enhorabuena por la captura.

    Y tambien por el articulo, y por compartir una experiencia que seguro, a partir de ahora, hace que alguno de nosotros al recordar el articulo evitemos tener una situacion como la tuya.

    Ese dolor, en el dedo, seguro que no ahogaba esa sonrisa de oreja a oreja !!!

    Y que importante es tener al lado a un compañero.

    Saludos, Miguel.

  5. ¡Enhorabuena por el robalo! si señor. Creo que por más que sepamos que hay que tener cuidado al manejar y desanzuelar un pez, quien no le echa mano sin más miramientos a una captura como esa si piensa que en algún momento se le puede escurrir dando coletazos encima de nuestras piernas.
    Pd. Me quedo con la primera foto,todo un poema. Un saludo

  6. nautae said

    Precioso relato Javi, siento lo del dedo, pero tenías buena compañía. Espero que estes recuperado. La lubina espectacular ¡Que la disfruteis!. Cuando nos veamos espero que pronto me enseñas a pescar lubinas…. dedos ya sé. Saludos

  7. champi said

    pero hombre¿porque no cortastes la linea antes, con el pez aun en el agua?jejeje.enhorabuena y que bien queda el color plata en las trident

  8. Tito said

    Felicidades Txitxarro que magnífica captura, una lubina preciosa. Gracias por el relato y compartirlo con nosotros, más de uno nos pensaremos bien como subir una pieza como esa a nuestro kayak para que no nos pase nada.
    La molestia del dedo se te quitará en un par de días, pero el recuerdo de esa lubina lo tendrás para siempre.
    Enhorabuena compañero.

  9. Eduardo said

    Hola Javi ,enhorabuena por la captura del robalo y al mismo tiempo siento
    lo ocurrido, hasta el dia de hoy me pinchado varias veces pero nunca llego
    a clavar el arpon, en varias ocasiones tuve que socorrer a compañeros por
    por lo mismo y se que se pasa muy mal, son cosas que pueden ocurrir en la
    pesca, saludos.
    pescador1950

  10. koter said

    enhorabuena por esa magnifica captura y el relato estupendo , por lo menos merecio la pena el pinchazo.

  11. robalo said

    Ja,ja.ja.ja.ja….
    Lo primero felicitarte por el magnifico trofeo, menudo robalo y paso a explicarte el porque de mis sinceras carcajadas,
    Este verano dando los primeros paseos con mi amigo (y paisano vuestro) rufo en su nuevo kayak tuve la tonta idea de gastarle una broma, situandome en el paso de su señuelo de superficie, lo agarre con la intención de simular una picada, a lo que respondió de inmediato con la clavada.
    La broma termino en urgencias y en un cachondeo que todavía dura.
    La pena es que la única pesca fue el besugo que suscribe.
    Buena pesca.

  12. boinajj said

    Enhorabuena por tu record.
    Si no has batido el de lubina mas grande pescada desde kayak, el que sí es fijo el de enganchar dos pescados en un mismo señuelo.jjjjj(Perdón).
    ¡Que bonito animal!. Sin duda has quedado marcado psiquica y físicamente.
    Un saludo y un abrazo para este par de jinetes de las olas, Txitxarro y Txubaskos.

  13. AGC said

    Preciosa captura, enhorabuena, lo del dedo, mala suerte peeeero que le vamos a hacer, gages del oficio que dirian.

  14. Cañero said

    felicidades por el trofeo, yo hace años también terminé una jornada de pesca en un centro médico con una potera clavada en el dedo.

  15. Gajes del oficio Txitxarro, es verdad la foto inicial es todo un poema, no se en que estarías pensando en ese momento vestido de pingüino, a mi también me ha pasado algo parecido y no sabia donde meterme.
    Enhorabuena por la captura.

    Un saludo,
    Mako

  16. Homer said

    Enhorabuena por el pesquerón y me refiero a la lubina y por el artículo aunque te deberías haber llevado la culpable de la clavada al hospital para habersela enseñado al médico. Estoy seguro que ya estarás buscando otra de un porte parecido y con el dedo sanado.
    Un saludo,
    Homer

  17. El_patera said

    ¿Qué decir, que no te hayan dicho ya en las respuestas anteriores?

    La última foto es todo un tratado. Hay en ella encerrados cientos de folios de esta incomprensible chaladura que llevamos. Nadie que no la sufra, en mayor o menor medida, puede entenderlo.

    Tengo un montón de ganas de haceros una visita y salir con vosotros (A ver si aprendo algo, que falta me hace)

    Un saludo.

    PD.¿admites invitados para la cena de nochebuena, o cualquier otra con plato único de lubina?

  18. Juan_Piraña said

    Felicidades Txitxarro, hay dos cosas que me dan autentico panico en esto de la pesca desde kayak, una son las arañas y la otra eso que te ha pasado; pero como dicen son gajes del oficio y el trofeo que te llevas bien merece la pena.

    Un saludo y que la disfrutes en la cocina.

  19. En primer lugar, felicitarte Javi “Txitxarro” por la estupenda captura y por el buen el relato.
    En segundo lugar, si me lo permitís, os cuento brevemente dos experiencias similares y muy recientes, ya que no eres ni mucho menos ni el primero, ni el último al que le pasa algo similar:
    en todas las ocasiones en las que la potera ha acabado clavada donde no debe (un dedo, el antebrazo, la barbilla..)hemos actuado igual; con la ayuda de unos pequeños alicates, terminamos de clavar el anzuelo hasta que la punta del mismo vuelve a aparecer a la luz y, una vez hecho esto, cortamos con los mismos la muerte de la potera para que salga libremente por donde entró. Esta solución de urgencia es bastante dolorosa y requiere de sangre fría por parte de los intervinientes.
    La otra es menos escandalosa pero requiere de mucha habilidad: una vez que hemos sacado la potera de la anilla que la une al señuelo, presionamos con un dedo la potera por la parte de su ojal hasta que éste toque la piel. Ahora, y con la ayuda de un trozo que cortaremos del propio hilo de pescar, pasamos este hilo por la curvatura del anzuelo haciendo una lazada que sujetaremos por sus extremos y con un fuerte y seco tirón del hilo, conseguiremos liberar la potera sin dejar apenas un pequeño punto de herida. Os aseguro que éste es el mejor método, que no duele y que no deja cicatriz alguna.
    Os dejo un enlace al artículo que publicamos sobre este suceso http://www.peskacor.eu/index.php?option=com_content&view=article&id=638:eldesquite&catid=35:jornadas&Itemid=34

    Saludos y, como siempre, enhorabuena por esta magnífica web.

    Miguel-Peskacor.

  20. icb said

    – Gracias por contarnos tu experiencia agridulce, muchas veces después de alguna situación de nervios, prisas, agobios, actúo de una manera y luego me ronda en la cabeza que me podría haber sucedido a mi lo mismo. Enhorabuena por esa pedazo de loba.

    Un saludo.

  21. Txetxute said

    Felicidades Txitxarro.

    Preciosa captura y emocionante relato.
    Espero que ese dedo haya curado y solo quede el recuerdo de esa pedazo lubina.
    Espero que pronto nos veamos por esos pantalanes.
    Felicidades también por el nuevo Kayak

    Saludos.

  22. Espetón said

    Enhorabuena. Y además te agradezco mucho que nos cuentas el percance, y a los comentaristas también. Que no se nos olvide que a cualquiera nos puede pasar. Digo, lo del pinchazo, porque lo de la lubina … sólo a los más finos.
    Un abrazo.

  23. Daniel312 said

    En primer lugar quiero darte mi felicitación por la hermosa lubina capturada, también reconocer tu buena respuesta de actuación y la de tu acompañante de pesca ante tal accidente pues no es poco lo que te paso, algo mucho más grave puede empezar desde ahí.
    Es de agradecer poder leer tu artículo y darnos cuenta de la gran importancia de ir acompañado en la mar, un saludo, recupérate y buena pesca.

  24. Caballa said

    Dicen que el que la sigue la consigue, y en este caso la pareja formada por Txitxarro y Txubaskos ha navegado contra viento y marea, nunca mejor dicho, para tratar de clavar un buen ejemplar y participar con todos nosotros con un relato apasionante en el que no ha faltado la emoción de la captura y el escalofrío del percance.

    ¿Qué si Javi «Txitxarro» se encuentra bien? No os quepa la menor duda, dos días después estaban, muy a pesar del considerable tamaño de las olas, paseando el señuelo por las mismas aguas, esta vez, sin fortuna…

    Los accidentes de pesca están a la orden del día, muchos de ellos al intentar coger el pez y acercarnos sin precaución al señuelo. En este caso ha sido el anzuelo de una potera, pero imaginaros lo que puede suponer clavarse un anzuelo de los que usamos para jigging… Por ello siempre recomiendo el uso, o bien de un salabre o bien de un bichero, luego sujetar el pez, por los ojos o por las agallas, y darle muerte mediante un cuchillo que debemos llevar siempre encima, al estilo de un pescasub (atado a la pierna o al brazo), lo podemos necesitar no sólo para dar muerte a un gran pez, sino para sacarnos de apuros en caso de vuelco, de un mal fondeo, etc. Una vez hecho esto es cuando procederemos a quitarle el señuelo de la boca, sin riesgos.

    En caso de accidente debemos evaluar la situación, dónde estamos, cómo estamos y el alcance de la lesión. No siempre el anzuelo se puede clavar en un dedo, también ha habido casos en los que la potera ha acabado en la barbilla e incluso en un ojo (por esto se recomienda el uso de gafas de sol, en invierno le podemos cambiar los cristales por otros menos oscuros y polarizados). Esto suele ocurrir cuando estamos pescando a curricán y estamos recuperando el pez… la línea tensionada actúa como si de un látigo se tratase y si en ese momento se suelta el señuelo, saldrá disparado hacia nosotros y puede clavarse en cualquier parte.

    Es cierto que con sangre fría y un buen alicate (que siempre debemos tener a bordo) podemos solventar situaciones como la de Txitxarro, pero a veces puede que la articulación del dedo se vea comprometida y sea necesario una radiografía para determinar el tipo de cura que se puede practicar. Hay casos en los que la cirugía es necesaria, por lo que si no lo tenéis claro no juguéis a cirujanos. Hay otros casos en los que claramente se puede practicar una cura, en este caso lo que hay que hacer es aislar el anzuelo de la potera mediante un corte con el alicate, empujar el anzuelo y hacerlo salir de forma que la muerte sobresalga, cortar ésta y retirar el resto del anzuelo. Como tenemos que disponer de un botiquín a bordo (en las farmacias podéis comprar una bolsa para pequeñas curas en las que tendremos lo necesario para estos casos), desinfectaremos la herida, y al llegar a la playa, nos acercaremos al centro médico más cercano para, en el caso que sea necesario, ponernos la vacuna antitetánica y supervisar la cura realizada por un profesional sanitario.

    En cualquier caso como prevenir es curar, seguid las recomendaciones que se han dado y al igual que hago yo, utilizad guantes para pescar.

    Gracias Javi «Txitxarro» por compartir con todos nosotros tu captura y tu aventura, y a Josu «Txubaskos» por estar siempre ahí cuando se necesita tener un amigo, un compañero.

    Un saludo
    Arturo «Caballa»

  25. Txubaskos said

    Hola a todos:
    Javi está bien, ya lo dirá él; pero sobre todo está que no se lo cree. Es cierto que hemos estado buscándola incluso arriesgando en algunos casos. Pero la fortuna es juguetona, y cuando menos lo esperas… lo obtienes.

    En verdad le eché la bronca, pero el susto fue mayúsculo cuando me dijo que se había pescado y vi la herida. A todos nos ha pasado un buen pinchazo, incluso una pescada superficial. Cuando le vi venir paleando a un ritmo normal, pensé en eso: en una pinchada superficial, y fuí a abrir la salida con el cuchillo, como he hecho alguna vez que me ha pasado a mi. Pero al ver lo profundo del pinchazo… me asombró que venía como siempre, con una sonrisa en la cara. Luego supe la razón de esa felicidad, la heroína lubina, droga de los pescadores.

    De todos modos, estamos en un medio que no es el nuestro. Salimos, a veces, lejos de tierra. Manejamos objetos con punta y afilados, y encima no salimos siempre en las mejores condiciones climatológicas. Que este relato, creo que desde el principio muestra cómo es Javi, un jatorra (vamos que siempre está con la sonrisa en la cara), pero fue tan inesperada la captura como inusual que Txitxarro no fuera preparado. Por ello, no nos olvidemos que en la mar somos lo más débil.

    No llegó a la semana y salimos de nuevo. Pero esta vez la mar no quiso dejarnos entrar, ni tan siquiera pudimos llegar a alejarnos de puerto. Os puedo asegurar que Javi, con su dedo agujereado paleo de lo lindo.

    Ahora queda lo mejor… con lo bien que cocina Txitxarro no van a quedar ni las espinas…
    Un saludo y como dice el único lord de este blog: «nos vemos en la mar».

  26. Rodrigo said

    Como dice Caballa, hay que extremar las precauciones, y mas vosotros que un kayak los problemas se agrandan.

    A parte de los alicates os recomiendo llevar un cortafrio, los hay de tamaño alicates, y ello por dos motivos:

    1.- Para aislar, en su caso, el anzuelo, ya os podeis imaginar el anzuelo clavado y el pescado sin parar de moverse.

    2.- Aunque parezca mentira en muchos centros no tienen para cortar un anzuelo del grosor de un asist, lo digo por experiencia. Al final, se veia que no tocaba ninguna articulación, nervio, y despues de anestesia yo fui el que saco la punta del anzuelo por el otro lado y que la cortó.

    Arturo, no sé si saldrá la foto, nunca he colgado en un blog

  27. Rodrigo said

    Arturo, los guantes en caso de pinchazo pueden ayudar pero si se clava bien me da la sensación que empeora ya que tienes que cortarlos con una buena tijera para poder aislarlo. También llevaba guantes y eran gordo de neopreno, no sé de donde salieron los guantes pero me los puse para la foto.

    Lo de las gafas es una excelente idea.

  28. PedroLorca said

    Mismo relato podria yo contar pero cambiando lubina por espeton de 2,5 kg. En mi caso, primera hora , bocana del puerto zassssss picadon, y al sacarlo cometo el ERROR de SACAR LAS PIERNAS DEL KAYAK con un epeton de este porte, al desanzuelar uno de los triples de la potera hasta la MUERTE DENTRO, solucion, rapida, corto mi compañero Paco con unos alicates la potera y yo mismo empuje la cabeza del anzuelo desde dentro de mi pierna hata hacer otro orificio de salida desde el que saco todo el resto del anzuelo, me quedo con dos agujeretes pero con una pieza bien guapa.

    Eso si, luego vacuna al cante.

    saludos a todos

    PedroLorca

  29. Raspacejo said

    Rodrigo me has puesto los pelos de punta. Si una potera duele y cuesta sacarla, no quiero pensar lo que te costó sacar un assist y de los que tú usas, ufff…
    Saludos.

  30. Muy chuli, Txitxarro (Javi)

    Bonita pesca y una experiencia más en la vida, de las muchas que nos quedan por vivir,
    El siguiente mas grande, pero eso sí, sin accidentes,
    Un saludo,
    Nos vemos en Peskama.

  31. Fco.Ramos-Kurrican said

    Tras este relato me recorre un escalofrío por el cuerpo mezcla entre miedo y dolor, y que a la vez me hace recordar la desgraciada experiencia con Raulubi esta primavera pasada en otro accidente kayakero con muy malos tintes.

    Mucha precaución, mucha precaución, y nunca me cansaría de decirlo, como ya se ha dicho en los comentarios no nos podemos confiar nunca.

    Ya veo que la recuperación ha sido pronta, pero el susto se queda en el cuerpo,…al menos con esa maravillosa captura podrás relatar a tus nietos al igual que un triunfal caballero de la Edad Media que «tu sangre no fue derramada en vano», y te hicistes con una lubina de ensueño.

    Saludos.-

  32. Alfreedom said

    Enhorabuena por la lubina y gracias por este relato que ha reabierto un tema tan importante como es la seguridad.

    No podemos ni debemos relajarnos, hay que estar atento en todo momento, en la acción de pesca y cuando cargamos o descargamos los trastos. Un descuido puede ser fatal y malograr un día de pesca, aunque éste no fue tu caso, jeje.

    Yo también formo parte del nutrido grupo que se ha sentido ridículo en una sala de espera de un hospital con un dedo decorado, en mi caso una pluma cuyo anzuelo acabó en mi dedo índice mientras cargaba los trastos al coche. No pude quitármelo de la forma que habéis descrito porque estaba junto a la articulación y fue necesario radiografía y anestesia local, aún así ví las estrellas. No quiero ni pensar en un asist como el de Rodrigo, uff!

    Los descuidos, el desorden y las prisas son muy malos compañeros de aventuras.
    Saludos.

  33. mani said

    Gracias Txitxarro por el artículo, yo que soy de tierra adentro me encanta que cuando miro la página de peskama haya un artículo nuevo y más con esta pesca que tu has hecho.
    Aunque con el problema del pinchazo en el dedo, esos son gajes del oficio.

    En cuanto a la seguridad debemos de hacer mas hincapié. Yo este puente pasado tuve un percance, no se me clavó una potera pero perdí el remo a 1,5 Km. de la playa.
    Imagina lo que tuve que pasar.

    Un saludo “ Mani “

  34. Pepín Sparrow said

    Enhorabuena por la captura Txitxarro y por la compañia que llevas al remar.

    Una suerte que Josu estuviese por ahí, porque me imagino que su sola presencia debió hacerte sentir seguro aunque te mirase con cara de malas uvas, y eso de verlo venir a toda máquina y sacar el cuchillo nada mas ver la situación debe dar más miedo que el propio anzuelo!!

    ¿Qué hacer y que no? Seguro que de esta sacas enseñanzas para próximas salidas.

    Seguro que LA lubina te supo a gloria teniendo la historia que tiene y un pinchacillo como ese no debe ser nada para un chicarrón del norte, además los vascos os pescais cuando os da la gana ¿no? ¡¡¡A ver que pasa!!!

    Un abrazo muy fuerte desde Almería

    Pepín

  35. Sir Owens said

    Memorable pieza Javi…
    Memorable historia que narrarnos, Josu.
    Tu primera foto en la sala de espera de Urgencias, ya dice mucho de tu serenidad como pescador, de tu compartimiento ante las adversidades.
    Nuestra felicitación por tu capacidad para resolver situaciones como esta. Un compañero al lado hacen una travesía más segura.
    Y debo citar a Carlos «Wasabi» que afortunadamente también superó una situación adversa idéntica a la tuya, en las playas de Salobreña…pero sin recompensa pesquera!
    Enhorabuena y seguimos vuestras andanzas, compañeros.
    Nos vemos en la mar; Sir Owen’s.

  36. Pescaatot said

    Txitxarro, enhorabuena por esa lubinota y muy bonita la foto con esa linea tan perfecta que tiene.
    Me alegro que al final quedara todo muy bien, cuidado con los anzuelos.
    Saludos.

  37. Pepe Alba "Becerete" said

    Javi (Txitxarro).- La aventura que has vivido me ha dejado perplejo, no solo por la pedazo de lubina que has pescado, también por el percance que has tenido que sufrir para degustar esa belleza de la naturaleza. Esa experiencia nos tiene que hacer que pensar sobre todo a los más nóveles de los posibles riesgos que pueden presentarse durante una jornada de pesca.
    Yo que estoy a punto de confesarme en próximas fechas ante vosotros, solo me queda decirte que gracias por abrirnos los ojos para evitar que nos ocurra lo mismo. En la modalidad de pesca a mosca evitamos esas situaciones matando la muerte del arpón, es con dos fines primordiales.-
    Primero hacer una pesca sin muerte más correcta, al menos el pez que hayamos querido indultar habrá sufrido menos daño y la segunda es por nuestra propia seguridad, cuando te clavas un anzuelo sin muerte solo sufres un pinchazo acompañado de una pequeña hemorragia, pero nada más, el hándicap es que el porcentaje de escapada de la pieza es mayor en cuanto la línea se afloje.

    Un saludo y lo dicho, gracias por no haber cortado la jornada y haberla dejado solo en la captura, ha sido todo un detalle por tu parte y dice mucho del pescador que ha protagonizado el artículo.

  38. minow said

    buenos dias,
    ayer tras una buena pelea con una de las llampugas que se estan empezando a dejar caer, me clave una de las poteras enterita, en el dedo indice, la cosa es que con la ayuda unos alicates y un cuchillo de punta fina, la consegui sacar, la pregunta es si a pesar de la potera ser nueva, es necesario ponerse la vacuna?
    gracias, un saludo y a pescar

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