Curricán de profundidad desde kayak

Encantado de volver a publicar en Peskama ante un público tan amistoso como versado en esto de la pesca en kayak.
Todo un placer participar con una pequeña aportación, que aunque no es novedosa y seguramente algún compañero, sabrá sacarle mejor partido que yo, estoy seguro de que insistiendo en ella, a más de uno podría ofrecerle jornadas de pesca memorables.

Alguien en una ocasión me dijo “los peces grandes generalmente están abajo”, es posible que algo de razón lleve, es en el fondo donde más especies hay, donde se alimentan y donde frezan, es por esto que casi desde el principio de subirme a un kayak intenté bajar el señuelo lo más posible.

Esta tarea al principio me parecía casi una misión imposible, enroques, pérdidas de aparejos, señuelos, etc., dudas sobre que peso utilizar, que tipo de artificial, cuanta línea largar, pero todo esto no me hizo desistir, no sé si por la obstinación que caracteriza a los pescadores o porque este tipo de pesca combina como ninguna otra, con mi otra gran pasión: el remo.
Como dice el refrán “el que la sigue la consigue” a fuerza de remar, probar y visitar la tienda de pesca para “repostar” la técnica empezó a dar sus frutos.

Ya sea por territorialidad, por invadir zonas de caza, por integrar el señuelo en los pequeños bancos de peces que discurren por el fondo y salir de ellos de repente, esta técnica eleva el número de picadas muy por encima en mi opinión, del curricán convencional e incluso del jigging.

La técnica del curricán de profundidad tiene varias interpretaciones, la mas común es la que se conoce como, trabajar con un señuelo que hacemos descender con algún tipo de peso e intentar pescar lo más cerca del fondo.
En un kayak esto es algo más complicado puesto que la propulsión la realizamos mediante un remo, mientras arrastramos todo el aparejo, por lo que la técnica requiere concentración y esfuerzo.

Cada maestrillo tiene su librillo, pero en mi opinión, la forma de curricanear en profundidad depende en gran medida del fondo en el que vayamos a pescar, del estado del mar y del señuelo. En principio lo mejor es crear una ruta que no tenga picos muy pronunciados intentando enlazar marcas que nos hayan sido productivas, creando lo que podríamos llamar un “pasillo” que cubra una o dos millas.

Lo más aconsejable es hacerlo siempre a favor del viento (ganamos velocidad y evitamos enredos), en cuanto al señuelo, no importa tanto el modelo pero si el babero, un artificial con babero profundiza mucho mas y su resistencia es mucho mayor que uno que no lo lleve y esto se nota y mucho.

Clavar buenas piezas también es posible a medias aguas, aunque no siempre están tan motivadas a despegarse del fondo.

Subir un buen dentón anima al más pintado, pero no quiere decir que estemos curricaneando bien.

Los profundizadores.

Para conseguir nuestro objetivo podemos utilizar profundizadores que nos ayudarán a tal fin y tienen un fácil manejo. La oferta no ha sido siempre amplia y era difícil conseguir los que ahora estoy utilizando, pero algunas marcas como Evia han empezado a comercializarlos.

Aunque yo utilizo los de 200 gramos para la profundidad a la que pesco, después de numerosos intentos hasta dar con el peso de lastre adecuado para mantener el señuelo escasamente a un metro del fondo, podemos encontrar de 150 gramos y también de 300 gramos. Ya en función de la profundidad a la que vayamos a pasear nuestra muestra utilizaremos la combinación de profundizadores de línea que después de las pruebas pertinentes hayamos seleccionado.

A diferencia de los antiguos profundizadores de Mariner, en los que el enganche del profundizador a la línea era de plástico, prefiero utilizar estos en los que el enganche es metálico y lleva una goma incorporada que protege la línea.

Suelo también darle una vuelta a la línea en el primer enganche, de forma que el profundizador no se mueva a lo largo de la misma. En el segundo enganche ya no es necesario. Al principio nos haremos un lío al quitarlos, pero con la práctica se hace cada vez más rápido y con una sola mano.

Especies que podemos pescar.

Los dentones son seguramente los amos y señores de nuestra zona pero pageles, samas, serviolas y algún mero, es posible subirlos con esta técnica.

La técnica.

La ejecución de esta técnica varía mucho según quien la practica, con mejores o peores resultados. Lo cierto es que curricanear en profundidad no es complicado, lo difícil es realizarlo lo más cercano al fondo sin enrocar a menudo ni ensuciar el señuelo con algas que le impedirían el movimiento adecuado.

A la hora de practicarlo es importante respetar unas reglas que nos ahorrarán pérdidas de aparejos y moral.

Para empezar, yo utilizaría un señuelo con babero largo pero no excesivamente grande, por ejemplo un crystal minnow yo zuri de unos 13 cm, de la siguiente forma: después de soltar unos 50 metros de línea incluyendo el bajo de fluorocarbono colocaremos el primer profundizador, que dejaremos caer hasta el fondo mientras el kayak se mueve con algo de inercia en dirección a la zona que vamos a trabajar, una vez el carrete deja de soltar línea subiremos el plomo con unas vueltas del carrete, fijaremos el segundo profundizador y comenzaremos a remar para adquirir velocidad, una vez en marcha y cuando el primer plomo se ha elevado por efecto de la misma, dejaremos caer el último los mismos metros que el primero, esta es quizás la maniobra que se antoja más complicada ya que se realiza siempre con el kayak en movimiento, una vez conseguido este último punto solo es cuestión de mantener una velocidad de tres a cuatro nudos sin paradas y a esperar la picada. Constataremos que estamos trabajando el señuelo en la zona que nos interesa (de uno a dos metros del fondo) cuando empecemos a sacar pequeños peces de roca, como serranos, pageles, etc., y por supuesto «los grandes«.

El vídeo.

Aquí os dejo un pequeño vídeo con las imágenes que muestran como coloco los profundizadores, la maniobra realizada y algunas capturas. Quiero agradecer la colaboración de Edu «Raspacejo» que sin dudarlo se prestó voluntario para la edición de este vídeo, dándole su toque personal, gracias Edu.

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Animo a los compañeros de Peskama y kayakeros en general que la desconozcan a probar una forma de pescar de lo más productiva en cuanto a especies y tallas, en la que navegando a una buena velocidad, las picadas literalmente te frenan el kayak.

Saludos a todos los lectores de Peskama

Javi «Polidivertido» ©PESKAMA2013