Cómo instalar un timón sin morir en el intento

Desde los albores de la creación, el hombre se ha escurrido el cerebro para mejorar su manera de desplazarse tanto en comodidad como en rapidez ya sea por tierra, mar o aire. El autor de este artículo, descubrió hace ya algunos años la comodidad y la seguridad que aportaba el contar con un timón en el kayak. Es por esta razón, que tan pronto como compré mi nuevo kayak, un Trident 15 de Ocean Kayak me dispuse a instalarle un timón.

Para ello, y siguiendo el consejo de mi gran amigo y excepcional kayakero Miguel (MIGUELMQ1 dentro de este mundillo) me puse en contacto con Marc, el gerente de Kayak Gear quien muy amablemente me proporcionó un par de timones y varias palas para escribir este artículo.

Cuando recibí la caja comenzaron las primeras dudas. ¿Qué tipo de timón escoger? ¿fijo, desmontable? ¿Recogida a 180º o a 360º? Esta empresa comercializa un timón llamado “Quick realease” (desmontaje rápido) con un eje rígido que en un solo movimiento queda trabado en su ojal.

Sistema “Quick release”

Era muy cómodo de colocar y a la hora de subir el kayak a la baca del coche ofrecía muchas ventajas, por lo que opté por esta modalidad sin dudar. En cuanto a la recogida, no me hacía mucha gracia el dejar el timón a 90º grados sobre el kayak, porque haría resistencia al viento por lo que, tras comprobar que no molestaba a la hora de acarrear al kayak, me decidí por el modelo de 360º.

Timón recogido a 360º.

La siguiente decisión fue que pala escoger dado que tenía disponible entre tres medidas M, L y XL pero tras verlas colocadas y dado la eslora de mi kayak, me decidí por la XL. Esta decisión, que parece una tontería no lo es. No necesariamente una pala más grande va a trabajar mejor. No tiene sentido poner una pala XL a un kayak de 298 cm. La decisión depende mucho de la eslora del kayak y tener siempre en cuenta que a mayor pala, mayor rozamiento y menor velocidad.

Burro grande, ande o no ande, no es una opción a la hora de elegir la pala de nuestro timón.

Una vez escogido el timón y la pala que vamos a utilizar, el siguiente paso es fabricar un aplique que coincida con los agujeros de la pre-instalación del kayak. En mi caso utilicé un trozo de plástico que me consiguió mi amigo Marcos «Pescaatot», aunque podéis utilizar cualquier material que sea rígido y que no se vea afectado por la sal. (madera de teka, acero inox, una tabla de plástico de cortar fiambres o lo que la imaginación nos brinde) Si nuestro kayak no tiene pre-instalación para el timón, deberemos aguzar el ingenio para proporcionar una base vertical firme donde acoplar la base del timón. Tengamos en cuenta que la pala del timón soporta mucha presión, por lo que cinchas, gomas elásticas y cosas por el estilo no suelen funcionar por lo que, por mucho que nos duela, tendremos que agujerear nuestro amado kayak. Eso si, recordad que más vale medir 10 veces que precipitarnos en hacer un agujero y luego darnos cuenta de que no nos sirve.

Ajuste del acople para la base del timón paso a paso.

Una vez fijado el acople, fijamos la base del timón utilizando siempre tornillería de acero inoxidable o de latón y colocamos la pala, asegurándonos de que está perfectamente a nivel y alineada con la quilla del kayak. Ahora, una vez colocado el timón, tomémonos unos minutos para contemplar el trabajo realizado, darnos unas palmaditas y tomarnos un café antes de emprender la parte más difícil.

Timón una vez fijado al kayak.

Una vez hemos terminado el timón, es hora de comenzar con los pedales. De nuevo, intentaremos aprovechar la pre-instalación para evitar agujerear el kayak. En mi caso, solo puedo utilizar uno de los dos agujeros con rosca, por lo que para terminar de fijar los pedales, he empleado un tornillo normal de rosca-chapa, quedando las guías firmemente adheridas al kayak. Es importante que antes de agujerear, nos aseguremos de que los pedales están en una posición óptima para que nos sintamos cómodos al palear y no tengamos que desplazar los pies para cambiar de dirección.

Antes de fijar la guía hay que asegurarse de que los pedales quedan en una posición cómoda a la altura apropiada para que no tropiecen con los calapiés.

El siguiente paso es pasar los cabos que transmiten nuestros movimientos del pedal al timón. Podemos escoger hacerlo por fuera del kayak o por dentro, pero siempre quedará mucho más aseado y evitará enredos si los pasamos por dentro del casco. Para hacerlo, lo primero es hacer los agujeros en la zona próxima al timón y a los pedales asegurándonos de que en todo caso, el cabo vaya a quedar perfectamente horizontal. De lo contrarío, cada vez que accionemos el pedal, el cabo ira serrando el polietileno del kayak buscando la horizontalidad igual que el rio busca su cauce natural y terminará por cortarse o afearnos mucho el kayak. En el caso de mi kayak, viene preparado con la zona donde agujerear, por lo que no tuve mayor problema. ¿Diámetro del agujero? Proporcional al cabo que vayamos a utilizar. En mi caso 3mm de dynema.

Ahora viene la parte peliaguda. ¿Cómo pasamos el cabo por dentro del casco? Bueno, hay muchos sistemas, Miguel tuvo una brillante idea al pasar un sedal con un plomito y luego levantar el kayak para que al bajar el sedal por el peso del plomo pudiéramos utilizar el sedal como guía para el cabo igual que hacen los electricistas con los cables. En mi caso, yo tenía a mano un rollo de alambre y simplemente pase el alambre por el primer agujero y empuje hasta que llego al otro lado, utilizándolo entonces como guía para el cabo.

Utilizar un trozo de alambre o un sedal con un plomo como guía para pasar el cabo.

Una vez, pasados los cabos, solo nos resta fijarlos en primer lugar a los pedales y luego al timón asegurándonos de que cuando los dos pedales estén a 90º el timón esté perfectamente recto. Algo que nos ayudará mucho para un ajuste perfecto, es el contar con un tensor de rosca.

El tensor de rosca nos evita muchos sudores si somos perfeccionistas.

Claro, lo que no queremos es tener que pasar 10 minutos a pie de playa ajustando el cabo a los pedales para que quede recto, así que tras darle vueltas al asunto, se me ocurrió utilizar unos pasadores que yo mismo hice en madera de teka. De esto modo, el cabo tiene una baga fija que cuando llegamos a la playa y colocamos la pala, solo hay que pasar por el agujero y ponerle el pasador y en 20 segundos el timón está perfectamente ajustado. Pero una imagen vale más que 1000 palabras.

Sistema fácil y barato

El pasador esta cogido al cabo para que en ningún momento pueda perderse.

El último detalle que nos queda es ponerle algún tipo de enganche para fijar el timón cuando lo izamos para entrar o salir del agua. Se puede utilizar un muerdecabos estandar que podemos encontrar en cualquier tienda de náutica, pero en mi caso, y como estoy en crisis, utilice una percha de plástico que me funciona a las mil maravillas.

Bueno, bonito y barato.

Y voilà, la instalación de un timón para nuestro kayak en un par de ratos sin tener que recurrir a grandes instalaciones. Tan solo un destornillador, un taladro y unos alicates. Mi agradecimiento a Marc de Kayac Gear por la cesión de los timones para el artículo, a Arturo de Peskama por facilitarme tanto las cosas y a todos los compañeros que compartimos historias de pesca, cervezas y bricos en el Bar Mediterráneo.

El kayak terminado y listo para ser botado.

«Humildepescador», Febrero 2010
©PESKAMA2010