PESKAMA

Pesca en kayak en el mar

  • Categorías

  • ¿Qué publicamos en…?

    Radio VHF - La emisora Marina a Fondo (2012) Autor: Luis "Carcharinus" radiovhf2_165

    La culpa fue de mi Hermano (2011) Autor: Juan "Argonauta" jg_09_q65

    Dentones de Otoño (2010) Autor: Arturo "Caballa" OLYMPUS DIGITAL CAMERA

    El Pescador pescado (2009) Autor: "Txitxarro" OLYMPUS DIGITAL CAMERA

    Bailando al Alba (2008) Autor: Edu "Raspacejo" pajareraBailas_165

    Horizonte (2007) Autor: Patxi Amantegui Goliat_165

    Pulse sobre las imágenes para ver el artículo
  • Comentarios recientes

    Espeton en Asas Laterales para el X-Facto…
    dedicated server for… en Colocación Sonda Portable con…
    Espeton en Curricán de profundidad desde…
    kayadoc en Como en el Trópico
    Margarita Fernández en Que hacer en caso de: picadura…
    rafa en Test del Freedom Pesca de Perc…
    Jose en La sonda de pesca
    Alex en Turbina propulsora para k…
    juan en Pescando Bacoretas desde …
    Ruben en Radio VHF – La Emisora M…
  • Utilidades

  • Archivos

  • Registro

  • Introduzca su correo eletrónico para suscribirse a Peskama y recibir notificación de las actualizaciones y novedades del Blog.

    Únete a otros 2.711 suscriptores
  • Habla con nosotros

    Peskama en Skype
  • Síguenos en Facebook

  • Síguenos en Twitter

    Peskama en Twitter
  • Noticias

    Colaboración de Walter Tanero

    hg&tanero2_165

El día de La Bestia, el reencuentro con el Pez

Posted by Alfreedom en 23 noviembre, 2009

En algo más de dos años que llevo practicando la pesca en kayak, las técnicas que más he empleado han sido el curricán y la pesca fondeada.

El jigging siempre ha sido una alternativa esporádica, principalmente porque los fondos de nuestra zona son poco propicios y la roca está demasiado lejos. Las capturas no eran dignas de mención, no pasaba de algún pargo de ración, algún túnido como bacoretas y sobre todo jurelas de buen tamaño. Es por ello que mi equipo no se acerca ni por asomo a la calidad del material que utilizáis los verdaderos entusiastas del jigging.

No obstante, ¡Quién me iba a decir a mí que sería precisamente esta modalidad la que me reportaría la captura más importante de mi vida pescadora!

He sido aficionado a la pesca desde que tengo uso de razón, de la mano de mi padre, que también fue un apasionado del mar. Desde costa, y algunas en embarcación, son abundantes los recuerdos de buenas capturas, pero sobre todo de grandes pérdidas debidas a un equipo inadecuado o en mal estado. Las grandes capturas siempre se me resistían.

Cuando comencé a pescar en kayak, siendo consciente de que lejos de la orilla habría más probabilidades de encontrar grandes piezas, mejoré mi equipo en la medida de mis posibilidades e intenté volverme más cuidadoso en su conservación. Es un factor fundamental, muy a tener en cuenta sobre todo para los que empiezan.



Durante este tiempo, era el curricán el que me había hecho vivir sensaciones extremas a bordo de mi kayak. En dos ocasiones, una de ellas recientemente, había sido remolcado por grandes bestias que consiguieron escapar. La primera por culpa de un velero que se cruzó en mi camino y cortó la línea. La otra, quizá por mi propia torpeza. (Si os apetece leer los relatos de mis no-capturas, aquí tenéis el enlace )

Pero son esas grandes capturas perdidas las que se graban a fuego en nuestra memoria. Las recordamos continuamente siendo autocríticos, analizando qué hicimos mal o si podíamos haberlo hecho mejor. Y, como no, las recordamos sin quererlo en esas noches de insomnio en que se presentan a visitarnos sin permiso.

Estas pérdidas, lejos de desanimarme en la búsqueda del gran pez de mi vida, me daban fuerza e ilusión en conseguirlo. Sabía que tarde o temprano me volvería a encontrar con él, y que estos momentos vividos me serían de gran ayuda. Sólo deseaba que, cuando llegara el momento, supiese estar a la altura y que la suerte estuviese un poco más de mi lado.

Es un placer para mí relataros lo que aconteció en esta jornada, que permanecerá en mi memoria para siempre. Y es todo un honor el poderlo compartir con vosotros desde estas páginas. Gracias Arturo y a todos los que formáis PESKAMA.

El día de La Bestia, el reencuentro con el Pez

Sábado 17 de Octubre, 8 de la mañana. Nada más entrar al agua, Miguel y yo decidimos ir curricando y dando un amplio rodeo, para desayunarnos con unas millas, mientras los demás compañeros deciden irse directamente al pesquero. Miguel pasea un par de espetones y yo una rapala de profundidad y un vinilo en superficie, pero no obtenemos ni una sola picada.

Llego yo antes a la zona, y me dispongo a hacer jigging. Monto un Inchiku de Hart de 80 grs. en un bajo de fluorocarbono de 0.40. La línea es un trenzado BERKLEY WHYPLASH 0.17 50lbs/21.7kg. La caña y carrete son muy humildes, una Zun Zun CUBERA 1.85m. de 30lbs. a la que cambié las anillas por unas Fuji, y un Geologic sp-50- 4500. A la tercera o cuarta bajada, explorando la parte inferior de la columna de agua, ¡zaccaaaaaa! la puntera bajo el agua y una carrera acojonante que saca hilo del carrete. Llega Miguel a los pocos minutos, le grito «¡¡ando con algo gordo!!»y segundos después da una sacudida y se suelta ¡aaaaaarrrgggggg! cuando subo el jig, veo uno de los dos anzuelos partido – “¿por qué los anzuelos de serie de los jigs son una p. m. con la pasta que valen?”-, perdón por la expresión, pero me salió del alma. También he de reconocer que empezaban a estar un poco tocados por el óxido, de ahí mi comentario anterior sobre lo fundamental que resulta el cuidado del equipo y aparejos.

Pruebo durante un rato con otros jigs, sin obtener ni una sola picada. Decido improvisar. Cojo el primer jig, el Inchiku y le monto un triple grande con una anilla abierta en el enganche bajo la bala, de forma que queda a la altura del pulpito de vinilo, – “a ver si os atrevéis a pegarle otra vez”- Pruebo durante un rato y nada. Suena el móvil (lo llevo colgado al cuello en una funda estanca), se trata de Yuntajs, que llama para justificar su ausencia. Mientras hablo con él, con la otra mano hago «yo-yo jigging» y de repente el tirón casi me arrebata la caña de la mano!!! Suelto el móvil gritando «picadooooooooón, cuelga o quédate a la escucha y te lo voy contando, jojojo!!

Cojo la caña con ambas manos, le doy un cachete fuerte… y empieza la excursión. Miguel me dice «parece que vayas a despegar!!» El bicho me arrastra a la vez que saca hilo sin parar, con el freno bastante cerrado. Noto que se trata de un buen torpedo. Caigo en la cuenta del triple grande recién puesto, ha sido un auténtico acierto, me da tranquilidad, al igual que el trenzado de buena calidad. Me preocupa un poco el bajo de 0.40, por lo que decido que no voy a forzarlo en absoluto. Además, Miguel, que ya había recogido sus cañas, me tranquiliza diciendo «te sigo, no hay ninguna prisa, relájate y disfruta».

Todo está ahora a favor. El poco viento ha amainado, el mar está como un plato. Recuerdo la frase de Xuso, tras perder su primer palometón cuando clavó el segundo, «no se me pueden escapar dos bicharracos el mismo día».

Me pongo cómodo, bebo un largo trago de agua, apoyo la caña en la ingle, regulo el freno un poco más fuerte y, sin darme cuenta, comienzo a cantar aquella canción del inolvidable Quint, el cazatiburones de la película de Spielberg, la misma que le cantaba este verano a los compañeros con sus palometones: «Ya me marcho de aquíiiii …»

El bicho se dejó ver muy pronto en superficie, pero sin cesar ni un segundo en su carrera. No pude evitar el recordar aquel palometón que se zafó de mi rapala sacando toda la cabeza fuera del agua dando cabezazos a un lado y a otro, hace un par de meses, en mi segundo encuentro con la Bestia.

No éramos capaces de identificar todavía al pez, sólo se intuía que era enorme, por los remolinos que generaba y por la cola y la aleta que veíamos cada dos por tres.

Subía a la superficie, bajaba a toda velocidad, se me cruzaba por debajo haciéndome pasar la puntera por la proa varias veces … en un par de ocasiones, giró sobre sí mismo bruscamente y parecía que lo había perdido, pero suspiraba de alivio al recuperar línea y comprobar que seguía ahí. Cambió de rumbo, ahora hacia adentro, dirección sureste. Se metió bajo el kayak y, tozudamente, seguía remolcando. Recibí una nueva llamada de Yuntajs, que se mordía las uñas… había pasado una hora.

A éstas alturas, creíamos estar seguros de que se trataba de un palometón, y ahora se estaba comportando como sus primos del Saler de este verano, navegando bajo el kayak y resistiéndose cuando lo forzaba un poco para subirlo, dando salvajes carreras que hacían salir 50 mts. de hilo cuando veía la panza del kayak.

Llevábamos casi dos horas con él, giré la cabeza y vi que nos había desplazado unas 2 millas como si nada. No daba signos de fatiga, y eso que hacía rato que había frenado el carrete y sacado las piernas para cansarlo. El tema empezaba a ser preocupante, mis manos empezaban a engarrotarse y tenía que alternar la caña en ellas mientras las metía en el agua para desentumecerlas, y mis riñones notaban el esfuerzo y la tensión de nervios. Parecía que no iba a acabar nunca … y todo esto sin almorzar, ni me acordaba del bocadillo que llevaba.

Además, en las subidas a la superficie, me parecía que la línea terminaba en la mitad del pez, como si fuese clavado de un costado. Miguel decía -«no está sufriendo, de lo contrario ya estaría rendido»- “pero si lo fuerzo y es cierto que no va clavado de la boca, se desgarrará y se soltará, si no parte antes el bajo».

Pero no quedaba otro remedio, había que intentarlo, era la hora de la verdad. La sonda marcaba 15 mts. y como el bicho nadaba bajo el kayak, me lo iba detectando. Comencé a bombear con fuerza y a recuperar hilo poco a poco. «13 mts., 12 mts., vamos vamos, 10 mts. “…. un nuevo estallido de potencia y carrerón de 20 o 30 mts. de línea. El carrete del Deca lo enmarcaré cuando reviente. Vuelta a empezar, ya está debajo, 12 m., 10, 8 …. ¡otra loca carrera! Yo miraba a Miguel sin saber qué decir, él me daba ánimos «venga venga, sigue así.» Tras varios intentos, hizo una última aparición en superficie a unos 10 m. y pudimos comprobar que, en efecto, se trataba de un hermoso palometón de unos 20 Kg., pero no pudimos distinguir de dónde iba prendido. Volvió a zambullirse y se metió de nuevo bajo el kayak.

Bombeé una vez más, apretando el freno y los dientes, con más corazón que fuerza y lo subí a 2 mts. de la superficie. Había visto otros palometones llegar rendidos al kayak, ofreciéndose de panza o costado. Pero éste no estaba por la labor, comenzó a trazar círculos de unos 5m. entre Miguel y yo, y pudimos comprobar su belleza y su majestuosa forma de nadar durante unos imborrables minutos…¡va clavado de la boca, veo el jig asomando! Fantástica noticia


En uno de esos giros, cuando estuvo a la altura de mi kayak, tanteé con el gancho para comprobar que estaba fuera de alcance. La adrenalina me salía por las orejas, veía el empalme del trenzado con el bajo entre las anillas -«como se arranque ahora,,, no lo quiero ni pensar»- un par de giros más entre los kayaks y me decidí a cobrar unas vueltas de carrete e izar todo lo que pude la caña, mientras sumergía el gancho y parte del brazo esperando el momento … noté el contacto y tiré con todas mis fuerzas, enganchándolo por la panza.

No volqué de milagro, aún le quedaban fuerzas para luchar por su vida, agitándose y dando cabezazos contra el kayak. Dejé la caña y busqué con esa mano las agallas. Un último esfuerzo y conseguí levantar medio cuerpo del pez sobre mis piernas.

Exhausto, jadeando, sin creérmelo todavía que estuviese abrazado a semejante animal, solté un grito ahogado al que le siguió el de Miguel, como un eco. Mi compañero de fatigas consiguió éstas fantásticas fotos del momento crucial, una imagen que vale más que mil palabras…


No pude evitar emocionarme. Señalando al cielo dije: éste va por ti, papá. Había conseguido un sueño de toda la vida. Había conseguido doblegar a La Bestia.

Perdonad por el tocho, como no llevaba batería suficiente para grabarlo todo en vídeo, la reservé para las fotos. Pero quería compartir con vosotros minuto a minuto estos intensos momentos, ahora que están frescos en mi memoria. Tras dos horas y media de pelea, conseguí por fin subir un gran pez a mi kayak, un Palometón de 21 Kg. ¡y a jigging!


Sólo me queda añadir que mi alegría ha sido doble al conseguir esta pequeña hazaña en compañía de Miguelmq1, al que muchos de vosotros conocéis en persona. Empezamos juntos en esto, ha sido con quien más veces he salido en kayak, disfruté con él viéndolo sacar su palometón aquel inolvidable 4 de julio … y siempre me decía «no desesperes que tú sacarás algo gordo un día de estos». Gracias por todo, amigo Miguel.

Volviendo hacia la playa, con una sonrisa que no me cabía en la cara, con el cansancio y la sensación del trabajo bien hecho, y con un pez sobre mis piernas que me impedía manejar el timón y palear con soltura, me sumí en mis pensamientos.

Y esta vez, con más fuerza que nunca, con clarines y timbales, con trombones, trompetas y toda la filarmónica en dolby-surround, comenzaron a sonar en mi interior los primeros acordes de esa cancioncilla de mi héroe de película… y me puse a cantar :
-«Ya me marcho de aquí, bella dama española. Adiós, ya me voy, oh preciosa mujer. He de zarpar esta noche hacia Boston, y quizá nunca más nos volvamos a ver.»-


Un abrazo a todos, Alfredo.

©PESKAMA2009

42 respuestas to “El día de La Bestia, el reencuentro con el Pez”

  1. perez-cr said

    ENHORABUENA,muy bueno el relato y la captura…. que me gustaria sentir lo que tu sentistes ese dia..
    pues nada campeon muchas gracias por compartirlo con nosotros y a por otro ;);)

  2. Deker said

    Enhorabuena, cada vez sois más los que publicáis la captura de vuestras vidas, el nivel de la pesca en kayak no para de subir y subir. Es un gustazo leer relatos tan minuciosos como este que nos hacen vivir mentalmente este tipo de experiencias y nos preparan para poder gestionarlas si algún día llegan.

    Estupendas fotos y que grande vivirlo con tu comañero de aventuras. Enhorabuena de nuevo………Deker

  3. Adrian said

    Fantastico Alfredo, menuda pieza, dos palabras…. in…presionante.

  4. Jose.Manuel16 said

    Preciosa captura Alfredo, y bonito relato , lo he vivido como si estuvieramos contigo sacando semejante animalito.

    Un saludo y enhorabuena!!!!!!!!!!!!!

  5. Raspacejo said

    Este año parece que ha estado la cosa de palometones Alfredo. Enhorabuena por su captura, estos animales no son moco de pavo y tienen una fuerza descomunal. Tuviste mucho tiento con el equipo que utilizaste, ya que con ese diametro de trenzado, pero sobre todo con el bajo, pudiste hacerte con el . Me alegro que pudieras sentir tan hermosa picada y posterior lucha.
    Felicidades.
    SAludos y buena mar.
    «Raspacejo»

  6. Txubaskos said

    Enhorabuena. Tanto por la pesca, como por el momento de la misma, y por la forma que has tenido de hacernos vivir esa sensación tan privada como es la pesca de un gran pez.

    Me has hecho recordar la peripecia de Santiago el viejo cubano que lucha con el vela. Pero a diferencia de este siempre has contado con el apoyo de Miguel.

    Gracias por compartir ese momento, y espero que no sea la pesquera más grande que hagas.

    Un saludo.

  7. juan josé López said

    Para quitarse el sombrero, enhorabuena y gracias por tan fenomenal reportaje

  8. Después de la tercera lectura, sigo sin poder pronunciar palabra.
    Mi vida también está plagada de recuerdos y entiendo tu mirada al cielo. Como muy bien dices, los materiales y su conservación son fundamentales para obtener resultados pero también has demostrado con tu tesón y constancia que pueden pasar a un segundo plano.
    Enhorabuena y seguro que sabremos de mas éxitos.

    Saludos,
    Jorge Ruiz
    Mako

  9. Xuso said

    Enhorabuena Alfredo, precioso relato.
    Desde este momento mi fiel escudero, yo te nombro «Caballero Pescador Navegante», hubiese dado algo por estar allí ese día y hacerte yo de escudero.
    Un abrazo
    Xuso

  10. Hola Alfredo,

    Increíble captura, descomunal esfuerzo el que hiciste, fantástica narración, bien descrito, me ha enganchado desde el comienzo y me has hecho sentir como si fuera yo el que estuviera sacando la bestia. Sinceramente, me alegro mucho por tí, es el tipo de captura que todos esperamos hacer algún día, pero mientras, somos felices viendo como otros hermanos de kayak disfrutan con estas pesqueras. Espero que entres en racha y en un futuro nos sigas deleitando con más kilos. Me queda una duda sobre el fondo en el que has praticado jigging, finalmente era poco profundo y sin roca, es lo que entiendo. Yo lo estoy practicando en fondos más o menos como el tuyo y sin practicamente roca, mas bien arenosos, y los barcos me dicen que funciona. Ya me lo aclararás cuando puedas.

    Enhorabuena y sigue explicándonos tus experiencias.

    Un saludo
    Ricard «Acuario»

  11. CHACARRON_5 said

    Enorabuena Alfredo, precioso relato y precioso palometon. No se porque pero en estos relatos siempre en algun instante hacen q me emocione. Sera porque compatimos la misma aficion al igual que esas noches de insomnio.
    Me gustaria algun dia vermelas con un animal asi.

    Un saludo.
    Pablo

  12. robalo said

    Si señor.
    Pesqueron increíble y relato impresionante.
    Felicidades a ti y a miguel.

    Buena pesca.

  13. ¡Enhorabuena por la captura! Me ha gustado mucho lo escrito y narrado, hasta con referencias cinéfilas y literarias. Por cierto, por poco me caigo contigo del Kayak al intentar enganchar al palometón, ¡que emoción!.

    Un saludo.

  14. mani said

    Os quiero dar las gracias a ti y a todos los de peskama gracias a ustedes, los que somos de tierra adentro podemos disfrutar de vuestras capturas como si los hubiéramos pescado nosotros, y desear mas el día de ir a pescar.
    Gracias por el artículo.

  15. Delcondado said

    Maravillosa captura, y mejor narración.
    Todos sin duda, aspiramos a llegar a la arena con semejante compañero de vuelta.
    Este fue tu «día de la bestia», pero vendrán más y estaré encantado de leerlo y disfrutarlo como hoy.
    A los incansables les llega el premio a la constancia, he aquí el tuyo.
    Enhorabuena maestro y gracias por compartirlo.

  16. pescaatot said

    «Alfreedom», siempre me ha gustado tu nick, Alfredo, y además lo llevas con orgullo con tu amor por la naturaleza, el deporte al aire libre y la libertad sobre el kayak en el mar.
    Supongo que la guasa que sueles llevar siempre contigo esta vez la dejarías aparcada, sacar un palometón de 21 kilos en kayak no es ninguna broma.
    Solemos coincidir bastante en nuestras salidas y sabíamos que tu cuerpo necesitaba un pez como el que muestras, enhorabuena, y además pescado a jigging, menudo lujo.
    Sabías que podía seguir rondando por allí abajo y tuviste la paciencia de pararte 5 minutos y reforzar el señuelo, ahí acertaste de lleno.
    Miguel, enhorabuena a tí también porque has bordado el reportaje fotográfico con esas fotografías «diferentes» siempre en el momento justo. «chapó».
    Gracias por este magnífico artículo.
    ¡¡¡Ya me marcho de aquí…!!!
    Saludos.

  17. Daniel312 said

    Verdaderamente espectacular, felicidades por la súper mega captura y por el articulo tan logrado y completo, un saludo.

  18. YUNTAJS said

    Alfredo otro relato fantástico como ya nos tienes acostumbrados a los de valencia y muy bonitas fotos que te harán revivir ese dia inolvidable de la captura de tu primer palometon, solo era cuestión de tiempo y nunca mejor dicho a la tercera va la vencida.Si señor te lo merecías no solo por la constancia, también como persona siempre dispuesto a ayudar a los que iniciamos nuestra andadura en esta modalidad de pesca.

    Un saludo.

    YUNTAJS

  19. zuaco said

    Si esto fuera una película, se llevaría el oscar al mejor guión y a la mejor fotografía. ¡Una captura de cine!

    Gracias por dejarme disfrutar de una butaca en primera fila.

  20. Wasabi said

    Hola Alfreedom

    Magnífico relato, capaz de submergirnos en tu narración llena de sensaciones.
    La Bestia… espectacular. Tambien llena de sensaciones; que bicho!

    Evidentemente se nota la experiencia de alguien con muchas tablas,y eso marca la diferencia.
    Esa forma de observar los detalles, esa intuición es lo que permite hacer lo adecuado
    Cuando sea mayor,quiero uno con la mitad de ese.
    Enhorabuena y buena pesca

  21. PACO said

    una palabra EMOCIONANTE……………

  22. ENRIC81 said

    Estupenda captura Alfreedom, me alegro de que te tocase a tí esta vez, y además con un bicho de 21 kilos nada menos!
    Enhorabuena!
    Muy bueno tu relato.

    un saludo

  23. Fco.Ramos-Kurrican said

    Enhorabuena, es un premio a la constancia como ya se ha dicho, que sin duda, de entre tus palabras y tus sentimientos se deduce que necesitabas. Una gran proeza donde has demostrado una gran templanza digna de admiración y ejemplo, donde con un equipo modesto has sido capaz de doblegar a uno de los grandes.

    De nuevo mi enhorabuena, y ojalá vengan muchos más. Y por supuesto, agradecer al escudero Miguel su reportaje y apoyo moral en esos momentos de lucha que sé de buena mano que se agradecen mucho.

    Saludos a los dos.-

  24. Annaiz Rzepka said

    Nunca me ha tocado pescar.. pero tu relato me inspira a hacerlo..
    muy buenas fotos! 🙂
    keep up the good work!

  25. miguelmq1 said

    Amigo Alfredo.

    De esa perdida, que tuvistes antes; y las otras, tiempo atras, has conseguido finalmente esta captura record.

    Ya te di la enhorabuena, y te la vuelvo a dar. Enhorabuena. Eso es hacer bien las cosas!!!!!

    Teniais que haberlo visto, hecho polvo, tras el esfuerzo de mas de 2 horas peleando con su Bestia, y su cara de absoluta felicidad, y paz interior, al sacar del agua a semejante pez, y darse cuenta, aunque creo que casi ni se lo creia, de que habia ganado la batalla.

    Es bonito salir a pescar, asi, con los compañeros. Pero en algunos casos, se disfruta mucho viendo a tu amigo conseguir un gran pez. Os aseguro que me alegré mas, por lo que se lo merecia él, que si ese pez lo hubiese tenido que sacar yo.

    Saludos, Miguel.

  26. Sir Owens said

    De todos los artículos, siempre se nos queda como un resumen esquemático mental, algo que nos sirve para identificar la situación, recordar los acontecimientos y quienes fueron sus protagonistas.
    Sin duda alguna, mi esquema se ha fundamentado en tres hechos bien detallados y mencionados.
    1) La necesidad de tener bien preparado y mantenido el equipo de pesca y sus accesorios.
    2) Estar acompañado por un amigo, puede ser determinante no sólo para cobrar la captura, sino también para llegar a creernos que somos plenamente capaces de llegar a conseguirla durante el tiempo de pelea, que supongo se hace interminable.
    3) Si sales a buscar piezas de tamaño extra, lleva material de combate extra; de lo contrario, las posibilidades de éxito disminuyen bastante.
    Comparto la opinión de Miguelmq, «Os aseguro que me alegré mas, por lo que se lo merecia él, que si ese pez lo hubiese tenido que sacar yo».
    Aprovechar esta línea para recordar que una «hazaña» semejante le ocurrió a Boinajj, yendo con Eloymj…pero al final de una hora y pico…partió la línea !!
    Chapó torero a quienes día a día, sois capaces de demostrar que los límites sólo están en nuestro mente…
    Nos vemos en la mar; Sir Owen’s.

  27. boinajj said

    Enhorabuena por tan fantástico trofeo Alfredo. El relato espectacular. En momentos tan cruciales una buena compañía capaz de transmitirte serenidad, tranquilidad y apoyo en todo momento es tan importante como un buen equipamiento. Formáis un equipo perfecto.

    Gracias por vuestra invitación virtual al combate de titanes.

    Saludos y buena mar.

  28. OFNI said

    Alfreedom,impresionante tu relato,impresionante la bestia y esa foto tuya mirando al cielo….
    no tiene precio,refleja un momento muy emotivo.
    Enhorabuena.
    Miguelmq1, esa foto es digna de un reportero de guerra, disparada en el momento justo,llena de emociones…enhorabuena a ti también.
    Saludos

  29. Alfreedom said

    Muchisimas gracias a todos por vuestros comentarios, de verdad.

    Sinceramente, ese día buscaba com mis jigs algún dentón despistado o alguna lubina, pero claro, pescando en las inmediaciones de un puerto comercial te puede entrar cualquier cosa, como estos grandes depredadores.

    El fondo era una zona de arena con manchas de piedra, a unos 12 mts. de profundidad. Los palometones pueden pescarse lo mismo a 20 mts. de fondo que cerca de la orilla, lo patrullan todo en busca de presas. Como le dije a Miguel durante el combate, «es un poco putada que te pegue un bicho así, con algo más pequeño me conformaba». La paliza que te dan es bestial. Pero amigos, cuando consigues echártelo encima, la sensación es indescriptible, es como si te emborracharas de tí mismo.

    Estoy encantado de que el relato esté gustando, tenía miedo de que lo encontrárais largo y tedioso por no omitir detalles, pero veo que no es así.

    Gracias de nuevo. Alfredo.

  30. AGC said

    Felicitarte de nuevo por la captura. Que no sea la última y a los demás que también nos llegue alguna. jajajje

  31. Juanfra said

    Me ha gustado mucho el relato, muy emocionante y bien documentado con las fotos de tu compañero Miguel.

    Te doy mi más sincera enhorabuena.

  32. champi said

    me he kedao sin palabras.enhorabuena

  33. Bokeron said

    Quiero añadir mis felicitaciones a la lista. Tu relato nos vuelve a mostrar que para coger un pez hay que estar en el agua y que cuantas más veces tentemos la suerte más posiblidades tendremos de dar con «la bestia».. yo sigo esperando mi paseito o que me partan algo (además del corazón cuando pierdo una «buena» pieza…
    Seguiré intentándolo hasta que tenga la fortuna de dar con ella…
    Un abrazo.

  34. oskayak said

    Fantastica azaña, buenas fotos y mejor relato para leerlo varias veces. Enhorabuena

  35. Espetón said

    Enhorabuena. Menuda pieza. Que batalla. Y que suerte contar con un compañero. El relato rebosa la intensidad del momento que viviste.
    Me gustaría saber si el kayak es la prowler 13 y que me des tu opinión sobre él.
    Gracias por adelantado.

  36. Alfred0 said

    Gracias otra vez a todos vuestros comentarios.

    Espetón, efectivamente se trata de un Prowler 13. Mi opinión personal sobre éste kayak es inmejorable, estoy muy contento con él. La única pega que le veo es que embalsa algo de agua en la zona de las piernas y del asiento, con esa sensación de llevar siempre el culo mojado. No sé si en las nuevas versiones Prowler trident lo habrán solucionado. Pero yo lo remedio con unos tapones de goma para los imbornales que venden de la misma marca, los pongo sólo en invierno con buena mar. Por otra parte, el agua que se acumula en la zona de las piernas es muy práctica para mantener las capturas que queramos usar como vivo o en la recuperación de las que vayamos a soltar.

    Es estable y muy marinero, pero al al acoplarle el timón gana muchos enteros en su manejo, sobre todo con viento o con mala mar, y también para trabajar una buena captura. Es muy aconsejable.

    Espero que mi opinión te haya despejado alguna duda.

    Saludos a todos.

  37. Espetón said

    Gracias compañero por ayudarme a ponder rumbo en el mar de dudas que supone cambiar de Kayak.

  38. palangrote said

    Bueno que decir, que es impresionante, esta claro que para poder ganarle la partida a este bicho hace falta mucha experiencia, y mucha dedicación, porque pienso que esto no se coge asi por que asi de un dia a otro, sino que ha sido fruto de la paciencia, experiencia y destreza. Enhorabuena, y aprovecho para presentarme por aquí, espero aprender mucho más con todos vosotros. Un saludo.

  39. juliam said

    Joe,y luego dicen que el amarillo trae mala suerte;enhorabuena campeón.

  40. koter said

    Estupenda captura , pero lo que no es justo es que no la soltaras , para ver si llega a canarias y la pillo yo.

    simplemente sin palabras .
    enhorabuena

  41. Tito said

    Quiero unirme al resto de felicitaciones.
    Una captura más que merecida por lo que he leido y un gran combate, ya quisieramos todos tener la oportunidad de batirnos en duelo con una pieza como esa alguna vez,
    enhorabuena Alfredo.
    Y gracias a tu relato, me he sentido allí.
    Un saludo.

  42. […] No conseguí grabar la picada, de hecho las tomas previas a la captura son filmadas después de la misma. Cuando comienzo a filmar, el dentón ya se había rendido a media agua, no quise arriesgarme a manipular la cámara durante el espectacular combate y perder tan deseado trofeo, además, os juro que ni me acordaba de ella. En el momento del gancheo, no quise clavar en su carne mi viejo gancho oxidado y preferí buscarle las agallas. A ese viejo y cutre garfio, que hace bastante tiempo que no había necesitado pero que me acompaña en todas mis salidas, le tengo un especial cariño, pues me ayudó en una ocasión a tocar el cielo allá por el 2009.  https://peskama.wordpress.com/2009/11/23/el-dia-de-la-bestia-el-reencuentro-con-el-pez/ […]

Deja un comentario