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    Colaboración de Walter Tanero

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Pescando en la Atlántida

Posted by Caballa en 1 febrero, 2011

¿Ciencia ficción? ¿Quizás un sueño? No, señores. Pero así es como he empezado el año gracias a la siempre bienvenida invitación de un grandísimo pescador, Víctor «Rodrigo«, que junto con Toni y Dani “Dorada” me daba la oportunidad de mover los jigs en aguas del Estrecho. Una escuela para todos los jiggers, una dura prueba para el material y un castigo para la musculatura.

Aunque estamos en un blog de pesca desde kayak, experiencias como la vivida a bordo del “Zurazu” me permiten poner en práctica todo lo que he aprendido a bordo de mi embarcación y que, llevado a los extremos en los que nos tenemos que mover para pescar a 150m de profundidad, puede convertir una mañana de sucesos en una tarde de ensueño.

La última semana del 2010 estuvo marcada por mi última salida de pesca desde kayak, había que despedir el año pescando y el único día en el que la meteorología nos dio una pequeña tregua volví a mover mi taguri viviendo nuevas emociones que se tradujeron en una bonita captura y una tremenda picada con una corta carrera y un enroque que volvía a dejarme con la miel en los labios.

Comentando la acción de pesca con mi amigo Dani “Dorada”, recibimos una llamada de Víctor proponiendo una salida de pesca para el día 2 de enero. Con tantos días de fiesta y celebraciones no encontraba una mejor forma de empezar el año que pescando con un maestro del jigging pesado, así que con el nerviosismo propio de unos chavales empezamos a preparar todo el equipo. Pero claro, surgen dudas, y a la pregunta:” ¿Dónde vamos a pescar?” Víctor me comentó:”Donde haga falta, así que llévate todo el material”. ¡Menuda respuesta! Tres cañas, tres carretes, bobinas de repuesto cargadas de trenzado y más de 5 kg de señuelos era el equipaje que a lo largo de la semana había preparado con mimo.

Y llega el día. A las 5 de la mañana me recoge Dani, cargamos el coche y rumbo a Algeciras. De camino recogemos a Toni y Víctor. Tímidamente empezamos a recordar momentos de pesca, algunos compartidos, otros experiencias personales que viniendo de grandes pescadores dan lugar a una muy animada tertulia de pesca que nos hace corto el trayecto hasta el puerto.

Aún es de noche cuando embarcamos, hoy pondremos a prueba la última reparación llevada a cabo en el “Zurazu”, un Altair 10 bien motorizado, pero para ello hay que llenarlo de combustible por lo que tendremos que hacer una última parada en Gibraltar, antígua «Puerta de la Caridad» tal y como lo llamaban los árabes (pero hoy el gasoil no lo regalan), antes de poner rumbo al Estrecho. En la gasolinera coincidimos con otro barco, a bordo, “El morrallero” que nos avisa de los incidentes del día anterior con la patrullera marroquí en las aguas del Cabo Espartel y de sus intenciones de pescar a jigging en el Banco de Majuán.

En todas las salidas de pesca hay que tener en cuenta un montón de factores entre los que destacan la meteorología y la marea para poder planear adecuadamente la jornada. En este caso, Víctor, un pescador con mucha experiencia en el Estrecho, quería empezar pescando frente a Punta de Alcazar, una zona en la que el paso de samas podría depararnos alguna sorpresa en su regreso al Atlántico, para después pasar por fuera del banco del Fénix y terminar coincidiendo con la pleamar, en el Banco de Majuán.

Algunos os preguntaréis, ¿pero dónde está esto, y a qué viene lo de la Atlántida? Vamos a ver, no me he vuelto loco, no, lo que ocurre es que existen a veces coincidencias que cuanto menos resultan curiosas y de paso aprendemos algo. Pues bien, Espartel y Majuán son los nombres que recibe una isla sumergida en el Estrecho de Gibraltar cerca del Cabo Espartel hace nada más y nada menos que 12.000 años al terminar la glaciación y subir el nivel de las aguas más de cien metros hasta la cota actual.

Una teoría expuesta en septiembre de 2001 por el geólogo francés Jacques Collina-Girard argumenta que la subida del mar provocada por el fin de la última glaciación, invadió el Estrecho de Gibraltar, creando un pequeño mar entre el Mediterráneo y el Océano Atlántico, en el que el Banco de Espartel formó un archipiélago cuya isla principal hubiese medido en su mayor eje unos 12km de largo. Un terremoto de magnitud 9 junto con la progresiva subida del nivel del mar ayudó a la definitiva desaparición de la isla, un hecho que al parecer llegó a Platón a través de los grabados de los primeros escribas y que fue la inspiración de un mito que hoy todos conocemos como Atlántida.

Pues ahí estábamos en las puertas del Atlántico moviendo jigs de más de 300 gramos, comunicándonos por radio con el barco de Chico, sin actividad en su zona y con el barco de Fernando que navegaba hacia nuestra posición. Con el hombro en llamas tras las primeras subidas del señuelo, la ausencia de picadas hizo que Víctor planteara la posibilidad de movernos a zonas menos profundas, dirigiéndonos hacia el banco del Fénix. Concentrados en la navegación negociando de proa el intenso oleaje provocado por la creciente, nos vimos sorprendidos por la patrullera marroquí, que nos invitó a acompañarla a una zona más tranquila para abordarnos y pedirnos la documentación y los correspondientes permisos. Con la seguridad de saber que todo estaba en regla siempre queda la tremenda impresión de la intervención por parte de las autoridades, y de los momentos de riesgo vividos cuando una embarcación que supera en eslora hasta tres veces la medida del “Zurazu” se zarandea de costado durante unos largos minutos a estribor de nuestro barco. Incluso tuvimos que hacer uso de nuestros brazos para evitar los posibles golpes entre ambos, pero al final y con el deseo de un buen día de pesca se alejaron de nosotros en busca de otros a los que controlar.

¡Menuda mañanita! Y de pescar “ná de ná”. Era ya casi la hora de la pleamar, y después de los acontecimientos mejor alejarnos de esta zona, así que rumbo a Majuán…

Resulta impresionante ver en la pantalla de la sonda como se dibuja una isla en la que su parte más alta ronda los 50 metros bajo el mar. Empezamos con derivas que iban desde los 140m de profundidad pasando por el “seco”, la parte más alta de la isla en esa deriva, para luego volver a caer hacia grandes profundidades. Seguíamos pescando con jigs largos, Aile metal, Long Blade y Akukas bailando al son de nuestros brazos sin despertar del letargo al que parecía que estaban sometidos todos los peces del lugar. Entretenidos con el enorme valor que le echan los hombres de la mar que subidos en una montaña de piedras se aventuran en unas pequeñas barcas en pleno Atlántico en busca de pesqueras que llenen sus estómagos y sus bolsillos, Víctor nos comenta que esas piedras las usan para bajar los palangres con 20 o 30 anzuelos encarnados en busca de los grandes besugos. Una vez abajo pegan un fuerte tirón partiendo el nailon que une el palangre con la piedra, para dejar a merced de la corriente todos los cebos que en tan solo un par de minutos serán devorados por estos peces, recogiendo a mano el fruto de su esfuerzo. La pesca se acaba cuando no queda ni una sola piedra sobre la barca, poniendo rumbo a puerto mientras recogen el pescado y ordenan sus artes.

Por radio “Morrallero” nos informa de su situación, ni una sola picada desde que llegaron. También están pescando con jigs largos, así que aprovechando el momento del reparo y de la poca deriva existente cambio mi Akula de 320gr por un inchiku de Hart de 200gr. En la primera bajada, justo tras iniciar un lento y cadencioso movimiento, ¡picadón! La Tri-Flex de 30 libras en el agua, el stella 8000FA cantando, a mi alrededor palabras de aviso; “¡sepárate de la plataforma de popa o lo pierdes!” y de repente, ¡crack! El pick-up del carrete salta por los aires y pierdo el pez. Sorprendidos nos miramos, y Dani cambia su long blade por un kabura. Una cabeza con forma de pulpo, de color amarillo, que llamamos entre nosotros “Calamardo”. ¡Mira, qué feo es el señuelo! Lo baja hacia el fondo y empieza a moverlo cual si fuera un jig, a lo que le pregunto: “¿Pero Dani, qué haces? Así no, para, para…” Me hace caso, para e instantáneamente ¡picadón! Aguanta durante unos segundos los tirones del pez y lo pierde. Sube el señuelo y descubrimos la causa. ¡Ha partido el anzuelo! Vuelve a poner otro, recién sacado de su caja, y de nuevo abajo. Ahora sí, lo mueve muy lentamente y de nuevo ¡picadón! Una corta pelea y lo vuelve a perder. Sube el señuelo y comprobamos que esta vez ha partido el trenzado que une el anzuelo a la cabeza plomada. Víctor salta y le dice: “¡O cambias los anzuelos o te echo por la borda!” Mientras Toni que había estado muy entretenido con sus gambitas de vinilo sacando unos hermosos jureles cambia el señuelo que armado con unos anzuelos adecuados y a la par que Dani, aleccionado por Víctor, provocan las primeras picadas que acaban en capturas. Dos hermosos pargos suben a bordo. Habíamos dado con el señuelo, ahora la clave estaba en las sucesivas derivas que el patrón del barco debe trazar para volver a ponernos en la zona caliente. Y señores, en esto Víctor es un monstruo. Ser capaz de ponernos una y otra vez en el mismo punto en pleno Atlántico controlando en cada momento nuestra situación sobre la parte más alta del banco no es nada fácil. Se requiere de mucha destreza, conocimiento, observación y concentración. Y todo esto pescando, fiel a su largo jig, intentando provocar la picada con sus estudiados y automatizados movimientos.

Con los pesados kaburas los enganches a gran profundidad son muy habituales, y en estos casos tenemos que recoger para poner de nuevo en marcha los motores y tratar de recuperar el señuelo, o en el mejor de los casos, partir el bajo y recuperar los cien metros de trenzado.

En estas lides estábamos cuando inicio la recuperación de mi inchiku a una velocidad no apta para peces bentónicos, y… ¡picadón a media agua! El freno de mi Ryobi no puede parar al animal, la caña, la Jig Rex de Shimano de 400gr aguanta perfectamente los tremendos cabezazos del pez y se dobla en su justa medida. Víctor me aconseja, “¡aguántalo!”, de hecho no podía hacer otra cosa… y decía “A media agua…humm… quizás un limonaco (serviola de gran tamaño)”. No sé si por las biodraminas que embarcado me tomo siempre por precaución, pero no estaba excesivamente nervioso, incluso pude poner en marcha la cámara de vídeo mientras aguantaba la segunda carrera del animal. “Ahora, dale”, fue tocar la manivela y ¡otra carrera! Se me pasó por la cabeza la pieza que había perdido el pasado verano y no quería forzar la subida del pez con un bombeo excesivo, así que poco a poco fui ganando metros y unos minutos después una tremenda sama rompió la superficie del agua. Quince kilos de sama (dentex gibbosus) que despertaron los oles de mis compañeros.

A partir de ese momento la actividad a bordo fue frenética, rotaciones perfectas en cada lanzamiento de señuelo, muchas picadas fallidas, buenas peleas y preciosas capturas, todas en forma de pargos, los famosos pargos de Majuán, a los que hoy les habíamos dado el señuelo que querían.

Lo curioso fue que Víctor no consiguió su primera captura hasta vestir a modo de bufanda la camiseta de Peskama y utilizar el famoso “Calamardo”. Pero una vez que empieza, ¡a ver quién es el guapo que lo para! Aunque no le gusta este tipo de señuelo por la poca acción que hay que proporcionarle para pescar con él, tuvo que reconocer que sin éste no hubiésemos levantado ni un solo pez.

La última deriva, con la puesta de sol en el horizonte, se saldó con las dos últimas capturas del día, Dani y yo cerramos la pesquera. Era el momento de recoger, de hacer algunas fotos, limpiar la cubierta, preparar unos bocatas y poner rumbo a puerto. Extenuados pero muy contentos con el resultado de la jornada, no en vano fuimos el único barco de la zona en tocar escama, nos quedaba cruzar el Estrecho de noche, atentos al radar y oteando por delante de la proa en busca de posibles barcas no señalizadas entre enormes cargueros surcando las aguas.

Era el momento de repasar mentalmente todo lo acontecido y sacar nuestras propias conclusiones, hoy habíamos dado con el señuelo adecuado en el momento adecuado, pero nunca se sabe a ciencia cierta qué fue lo que desencadenó la actividad que tuvimos la suerte de disfrutar durante la vaciante. Unos días después, equipados con los mismos señuelos que fueron tan efectivos, algunos barcos volvieron a la misma zona y regresaron con un bolo total. Como dice Víctor, buscar razones técnicas en esto de la pesca no tiene sentido, lo que sí lo tiene es su teoría: “el león y la cebra, si el león no tiene hambre por muy cerca que pase la cebra ni se inmuta, cuando es la hora de comer se pega un carrerón detrás de ella”.

Un saludo y buena pesca.

Arturo “Caballa”, ©PESKAMA2011

33 respuestas to “Pescando en la Atlántida”

  1. jjcr said

    DIOSSSSSSSS……

    Esto es pescar con MAYUSCULAS. Enhorabuena Arturo por todo. Articulo, fotos, video….. ESPECTACULAR…..

    Saludos JJ

  2. Tritón said

    Ufff! Aunque ya conocía el relato de primera mano, nunca deja de sorprender y deleitar una jornada de pesca como la que has narrado.

    Enhorabuena a tí y a tus amigos, que pude conocer en la última quedada de Peskama.

    Ya me imagino lo que habréis disfrutado, tal y como has reflejado en el expléndido artículo, aunque carente de la «poesía» que solo te inspira una jornada a bordo de tu kayak 🙂

    Un saludo y ¡Buena proa!

    Carlos «Tritón»

  3. paco said

    que envidia sana,lo que daria yo por sacar cuaquier bicho de esos,enhorabuena don arturo i cia

  4. Jose Manuel said

    Que pasada!!!!
    Afortunados de tremenda jornada de pesca y en un marco incomparable de pelicula!!!

    Hace un par de años tuve la oportunidad de pescar Samas en aguas Fuerteventura con mi amigo Solsona en su lancha bluenose.
    Pongo enlace por si alguno caeis por alli. Gran profesional.
    ( http://bluenose-fuerteventura.com/2.html)

    Aun guardo esas sensaciones de la picada y el peso de la Sama, una desconocida en nuestras costas.

    Enhorabuena por el articulo.
    Saludos desde Galicia.

  5. P. Camacho said

    No me extraña que salgas en «Mensaje atractivo», con foto y «toa la pesca» -nunca mejor dicho- en la mismíssissima portada de WordPress, como blog destacadississimo, aventurándose en aguas mayores y parajes de nombre mitológico…
    No te quejaras del resultado y de emociones fuertes, «Arty»sta del jigging…
    A ver si de tanto comer peskao «te-se» van a pegar los deos y «te-se» convierten en algo como las manos palmipedas del prota de Waterworld, ji, ji, ji 😉 😉 😉

    Un abrazo, «mostruo» marino

  6. Xuso said

    Increíble,y pensar que por aquí un pargo kilero nos parece el padre de todos los pargos….
    ¿Como tendremos que llamar a esos? !!Abuelos!! ¿y a ese pedazo de Sama? por lo menos Bisabuelo o tatarabuelo.
    Joder que envidia (de sana nada que los dientes me rozan el suelo), lastima que aquí no tengamos esos fondos.
    Enhorabuena Arturo.

  7. elrodi said

    Como os lo pasais!!! … Calaberas calaberas y mas calaberas.

    Enhorabuena maestros…

  8. Efrén Sánchez said

    Una jornada inolvidable, seguro, enhorabuena.

  9. Alfreedom said

    Espectacular jornada de pesca!

    Esos pargos enormes y esa sama descomunal, con la que Platón debió practicar la captura y suelta de jovencita, jeje.

    Bonito y sugerente título «Pescando en la Atlántida» … fondos mitológicos … 150 mts. … ¡ni en mis mejores sueños!

    Enhorabuena.

  10. Magnificas capturas, estupendo video y articulo. Me alegro de veras que disfrutases de tan estupenda jornada.

    un saludo

  11. La verdad que es una pasada las imagenes, pero donde se ponga una buena captura en el kayak que se quite cualquier embarcación.
    Rafa Bomber.

  12. JUANMA said

    Enhorabuena victor eres un fenómeno al final le pusiste bigote a todos una pesquera preciosa.

  13. Raspacejo said

    Enhorabuena por la jornada,no siempre se da un pelotazo de esa magnitud. Me ha gustado mucho el relato, no sabía esa historia del estrecho. Las piezas genial, el sitio inmejorable, pero lo que es imperdonable es que a un Stella de 500 pavos se le parta el pickup, ya les vale a los de Shimano.
    Saludos a todos.
    «Raspacejo»

  14. barlovento said

    Felicidades Arturo .Es toda una aventura y menudas piezas

  15. amish said

    vamos a ver, perdonad mi ignorancia pero lo digo en serio, por favor que alguien me responda a esta pregunta:

    ¿como se come un pescao de 15 kilos? lo llevas al pescaero que te lo haga filetes?
    lo metes en el horno de una panaderia?
    en serio, que se hace?

    pd.- y como no, enhorabuena¡¡¡

    amish.-

  16. Caballa said

    Hola Amish:

    Pues mira es muy sencillo. En mi caso congelo todas mis capturas. Las que pesen menos de 5kg las descongelo un día antes y caben enteras en el horno. Nos reunimos la familia y a disfrutar alrededor de la mesa. Las que sobrepasan este peso y no caben en el horno, las llevo a una tienda de congelados que tiene una sierra de mesa eléctrica y lo cortamos en rodajas de forma que den para dos personas. De esta forma puedo repartir la captura entre mis familiares y se puede cocinar al gusto. La cabeza es para mi suegro, siempre con la consigna de que me guarde el hueso craneal donde van alojados los otolitos, y que me guarde la mandíbula para su correspondiente estudio.

    En otros casos se ha fileteado el pescado en crudo, sin congelar. La verdad es que es un ardua tarea si no tienes los cuchillos apropiados y más aún cuando llegas tarde a casa y tienes que ponerte a limpiar el pescado. Por eso suelo vaciarle las tripas y al congelador.

    Un saludo
    Arturo «Caballa»

  17. pescaatot said

    Caballa, ¡¡¡que gran jornada de pesca!!!. El video muy bueno y completo.
    Gracias también por la pincelada histórica.
    Esa foto con tu sama de record te ha quedado perfecta.
    Saludos.

  18. james said

    Buenisimo articulo… increible la pesca ¡¡¡¡ vaya peaso samita¡¡¡ te funcionaron muy bien los calamardos.. es que si es epoca de calamares.. las samas pues comeran lo que mejor imite a los calamares,saludos.

  19. Txubaskos said

    Enhorabuena Arturo, no solo por las capturas, que son asombrosas, sino por la jornada.

    Me ha gustado especialmente que no solo hayas expuesto los lances de pesca, sino que nos hayas ilustrado con la aportación científica de la ubicación posible de la Atlántida. Probablemente los guanches dicutirían esa ubicación, pero a mi me ha gustado su inclusión en el artículo.

    Y luego el video, que es de por si para estudiar. Se puede ver perfectamente el compadreo, y sobre todo las ganas de estar de todos vosotros. Puede que vuelvas de bolos, pero con esa gente seguro que has hecho unas risas. Y si encima consigues esas piezas!!!

    Vamos a por las piezas. La pelea con la sama, dignas del mismo heracles, vamos. ¿que te dolían los brazos? jodó y a mí al verte pelear. Seguro que pensabas: pero esta jodia saldrá de una santísima vez?. Sin menoscabo de los pargos y seguramente de las jurelas…
    Vamos un día de éxito.

    Gracias por deleitarnos, ilustrarnos y ¿darnos envidia? Noo, para naada.

  20. Ricardo "Chopito" said

    Madre mía………..

  21. Bokeron said

    Jo! Arturo, ya nos habías comentado en la última quedada que tenías en la cocina este artículo, pero no (al menos yo no me «cosqué») que además lo habías grabado en vídeo.
    Simplemente FENOMENAL, además has tenido la deferencia de que podamos observar perfectamente la diferencia de movimientos de jig e inchikus.
    Solo añadir que para nosotros Arturo es una estrella, y que su nombre ya era premonitorio…
    «La estrella Arturo: Es 23 veces más grande que el Sol y 116 veces más luminoso que éste. Es la cuarta estrella con más luminosidad del cielo»

  22. CAÑERO said

    Sin duda una buena jornada con bichos peleones y es que esos pargos con ese porte ya tienen mal genio. Y de la Sama yo creo que no hace falta decir nada. Asi es la pesca, unos dias se pesca y otros no. Me alegro de que este dia fuera que si.

  23. Rodrigo said

    Pues, si, un día para el recuerdo.

    La verdad que el estudio, tiempo y dedicación para realizar los articulos, en general, son encomiables. Todos los días se aprende algo(Atlantida).

    El mago de la cámara, uno no se da cuenta de cuanto tiempo estuvo grabando.

    Un saludo

    Víctor

  24. ESCORPIO said

    Joder Arturo aunque ya vimos algo aquí si que se aprecia bien los «dientecillos» del bicho, si señor al final me pasare al jigging como me decías, un saludo

  25. Txetxute said

    Felicidades !!!!

    NO solo por el gran día.

    Felicidades por las ganas e ilusión que le pones en cada una de tus salidas.
    Felicidades por disponer del material que te aporta cada captura.
    Felicidades por tener los amigos que te brindan estos días.
    Felicidades por tu familia que te permite disfrutar de tu pasión.
    Felicidades por el pedazo aventura.
    Felicidades porque además habrás sido capaz de ver los puntos negros de la salida. (La que habríais liado si los anzuelos y cordeles no rompen).

    En fin, felicidades por hacernos estar con vosotros en cada salida.

  26. POLILLON said

    ENHORABUENA VECINOSSSS!!

    Que locura de salida y que Gran patrón no lo conozco personalmente pero tenemos amigos en común y todos coinciden en lo mismo UN AUTENTICO CRACK.

    La sensación que te da leer este articulo es buenísima pero imagino que vivirla tiene que ser como dicen por tierras vizcaínas «LA OSTIA»

    Un saludo para todos los amantes de la pesca ya sea desde kayak embarcación o tierra.

  27. cabopesca said

    Enhorabuena, a todos. Os imaginais esa pesquera en una piragua?

  28. Dani dorada said

    Si señores, yo estuve allí, y os puedo asegurar que sucedió exactamente ,detalle a detalle, como lo relata Arturo. Está claro que cuando sales a pescar con estos monstruos, el factor suerte se reduce al mínimo. Gracias

  29. Mako said

    ¡ Si señor !, quien me iba a contar que unos de los barcos que pasaron cerca de los cabezos erais vosotros, evidentemente nuestra jornada no fue tan fructífera.

    Me alegra que dierais a tiempo con “la opción” lo que me sorprende y alegra es la capacidad de adaptación natural, se ve que ya se conocen eso del jig…

    Bonito ártico y no te digo nada sobre el vídeo, ¿te dio tiempo a comer?. Enhorabuena por la gran captura, precioso abuelo que seguro tendrás en la retina durante mucho tiempo.

    Un abrazo,
    Jorge “Mako”

  30. Caballa said

    Gracias a todos por vuestros comentarios. La verdad es que fue un placer compartir jornada de pesca con estos grandes pescadores. El hecho de practicar diversas técnicas nos permitió encontrar el señuelo adecuado, a partir de ahí la destreza del patrón es fundamental para situarte sobre la zona caliente, el resto lo tiene que poner el pescador.
    Aunque las sensaciones que se viven a bordo de un kayak son más intensas no es menos cierto que es prácticamente imposible alcanzar, dentro de unos límites de seguridad, estas profundidades y pesqueros en los que puedas poner a prueba material y técnica, una experiencia que por supuesto enriquecerá y de que manera nuestras posibilidades de éxito en la captura la próxima vez que pique un gran depredador desde nuestro kayak.

    En cuanto al carrete es un defecto no solo de este modelo en concreto, sino de otros y de otras marcas que poco a poco se van corrigiendo. De hecho el nuevo modelo SW8000 tiene el pick-up de una sola pieza. El problema es que cuando diseñan los carretes de jigging no piensan en su uso desde un kayak, de lo contrario serían muchísimo más robustos.

    La verdad es que grabé muchas horas de pesca, tantas que tuve que estar visionando todos los vídeos durante dos días para poder seleccionar las tomas adecuadas. La suerte es que se pueden apreciar diferentes movimientos para el jig tradicional, el inchiku y el kabura. La próxima salida será especialmente en busca de los grandes limones (seriolas) y aquí habrá que mover de una forma totalmente diferente los jigs largos y pesados…

    Comer, lo que se dice comer no comimos casi hasta la vuelta, eso sí lo pasamos de lujo y nos reímos mucho.

    Un saludo y buena pesca
    Arturo «Caballa»

  31. CHACARRON_5 said

    Enorabuena Arturo y demas compañeros. Ya habia leido el articulo pero hasta ahora no habia visto el video. Que pasada, que cantidad de esos peces habria por debajo de vosotros ???

    Lo que mal empieza no tiene por que acabar mal, al menos en lo a pesca se refiere.

    A ver si me pongo al dia que tengo varios articulos por leer, jejej. Sin tiempo ni para cag…ar…..que no para pescar.

    Un saludo a todos

  32. Impresionante Arturo, que pesquera la que hicisteis, sois unos maestros, vaya pedazos de piezas. Y encima un poco de historia en el artículo y todo, no tenía ni idea de la Atlántida un dato muy curioso.
    Felicidades por este gran artículo y he disfrutado mucho viendo el video, un gran trabajo.
    Un saludo.

  33. Vicente said

    Ya me habías contado algo, pero el relato y las fotos son impresionantes. ¡Que gran jornada de pesca y que bien reflejada! Yo tuve la suerte de participar en una parecida en esas aguas y lo cierto es que es una experiencia que no se olvida jamás .

    Enhorabuena

    Vicente

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